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Múnich

Las puertas de la camioneta se abren, de la parte trasera baja Jungkook y Jamal, y de adelante Johann y Rosalina.

—Suerte, sé que ganará —se dirige la rubia a su padre.

—¿Segura que te quedarás aquí? 

Ella asiente fervientemente y acota—. No puedo ver qué lo golpeen, seguro y mi corazón no lo soportará.

Johann asiente, abraza a su hija y se aleja de ella.

—¿Estarás bien aquí afuera? —la interroga Jungkook.

—Estaré bien, ahora ve y gana tu primera pelea. Enamoralos con tus golpes y dales de que hablar, es tu boleto para ingresar de a poco a la élite.

—Nos vemos pronto, Ros —se despide el pelinegro.

Jamal se despide de la rubia y luego los tres entran al local, a simple vista parecería una pelea clandestina, pero no lo es. Es una pelea de presentación desde lo más bajo, aunque Jeon ya es reconocido por algunos como boxeador.

Johann le da su espacio a Jungkook, el surcoreano se coloca la licra y luego el vendaje en sus manos. Saca la fotografía de sus padres y hermana y una más, ve la foto de su familia y luego de manera lenta mira la segunda. Su corazón se acelera al ver al sonriente y lindo chico de ojos color miel.

Deja las fotos sobre la banca y se pone de rodillas, cierra sus ojos y se inclina completamente para concentrarse. Está nervioso, es su primera pelea y teme echarlo a perder, a entrenado mucho y después de un año viviendo en Alemania volverá a pelear, no en un ring, pero si en un octágono.

—¡Jungkook, es hora!

Escucha la voz de Jamal.

Se pone en pie, toma las fotografías y las guarda en su mochila. Al salir le colocan los guantes y realiza sombra mientras Johann le da las últimas indicaciones.

—¿Estás listo, hijo?

—Sí, señor.

Minutos después ambos se abren paso entre la multitud hasta llegar al octágono.

—Es tu noche, Jeon. Tú puedes —lo motiva Jamal.

Minutos después su oponente entra al octágono, es alemán un poco más alto que él, pero con el mismo nivel de peso Welter.

—Oye, hey. Enfócate —le pide Johann al verlo despistado por unos segundos—. Vive el presente, hijo. Quiero que vivas el presente.

Le coloca el protector bucal y luego se aleja de él, al momento de presentarlo escucha que la mayoría del público lo abuchea, es comprensible aunque eso le cause molestia. Won Park se encargó de ensuciar su reputación, pero está dentro del octágono para demostrar lo quien realmente es.

El referee da las indicaciones, pero en lo único que piensa es en derribar a su oponente y noquearlo a como dé lugar, recordando cada técnica aprendida estos meses atrás.

—¡Es tu noche, Jeon! —grita de nuevo, Jamal.

La campana suena y lo primero que hace es esquivar una patada de su oponente.

—No perteneces aquí, drogadicto —parlotea el alemán.

Jeon decide ignorarlo, se acerca solo un poco y ambos intercambian golpes. Jungkook ve el costado derecho descubierto y lo golpea con fuerza haciendo retroceder al alemán.

—No te acerques demasiado —le indica Johann.

Asiente y luego sube sus puños y cubre su rostro asegurándose de poder cubrir con sus codos solo un poco su tórax. El alemán se acerca y lo golpea con una potente patada en su pierna izquierda, él niega y luego se acerca a su oponente le da un puñetazo en el bícep derecho y luego un izquierdazo abierto y un derechazo que golpea de lleno su rostro tocando parte del sentido.

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