Mi nombre es Hada de Luna. Tengo 24 años y vivo en un rancho cerca de McKinney, Texas. Nuestro rancho es equino, así que la mayoría de nuestros animales son caballos. Siempre estoy rodeada de ellos; a veces incluso pienso que me relaciono mejor con ellos que con los seres humanos.
Vivo con mis padres y con mi hermano mayor Erick. Entre nosotros y los casi 60 trabajadores, que son como de la familia, llevamos el rancho.
Escuché una conversación entre mi padre y los trabajadores: hoy llegaban los nuevos propietarios del rancho de los O'Donnell. Así que terminé la tarea que estaba haciendo, preparé a mi caballo Kanda y salí a curiosear cerca de la casa de mis nuevos vecinos. Lo bueno de vivir toda mi vida en McKinney es que conocía cada centímetro cuadrado del lugar.
Llegué cerca del vallado que separa nuestras fincas, y vi cómo paraba un deportivo blanco, levantando una nube de polvo por el frenazo. Cuando el polvo se disipó, pude ver a un guapísimo rubio que parecía creado por los mismos dioses del Olimpo para hacer temblar las piernas de la población femenina y parte de la masculina. Así que hice lo más lógico: le di la orden a Kanda para salir a galope de allí.
¿Se habrá dado cuenta de que estaba allí?
Más tarde iba con Kanda corriendo por el bosque, disfrutando de la sensación de libertad que me da cabalgar a toda velocidad, cuando lo vi de nuevo. No soy una cobarde y, además, no podía escabullirme porque me había visto claramente. Así que me acerqué hasta donde estaba él.
—Así que tú eres el chico nuevo —dije, con una voz que intenté que sonara segura, aunque no sé si lo conseguí.
—Así es. Soy Ander, ¿y tú quién eres, Pocahontas? —Joder, qué voz tiene... Podría decirte que va a matarte y le dirías que sí, que estás encantada de que lo haga.
—Veremos si puedes mantener esa actitud de niño de ciudad por aquí —le dije con una sonrisa.
Le di la orden a Kanda y salí a galope de allí. No sé por qué, pero este chico será un gran problema en mi vida.
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ERES MIA VAQUERA
RomanceHada de Luna, una joven veterinaria criada en un tranquilo rancho cerca de McKinney, Texas, vivía inmersa en la serenidad de los campos y la compañía de los animales. Cada día comenzaba con el frescor del amanecer y terminaba con el silencio reconfo...