Reborn At Boot Camp: General Don't Mess Around!

Capítulo 57: Mudándome de la escuela

El director Chen reflexionó sobre las palabras de Ye Jian por un momento antes de asentir y sonreír: —Bueno, será mejor que trabajes más duro. Todavía tengo otras cosas que hacer, por lo que el entrenamiento de esta noche ha terminado antes de tiempo. Ve y cámbiate en la sala de baños calientes.

Ye Jian estuvo expuesta a la lluvia durante una hora. El entrenamiento excesivo podría ser perjudicial para ella, considerando que todavía era una adolescente.

Después de tomar una ducha caliente, Ye Jian entró en la sala de entrenamiento. Vio el director Chen conversando con un hombre de mediana edad. El hombre tenía unos cuarenta años. Vestía una camisa deportiva y un par de pantalones bien planchados.

—Pequeña, ven aquí. Necesito presentarte a alguien. —El director Chen saludó a Ye Jian, que se había puesto su uniforme escolar. —Necesito pedirte tu opinión sobre algo.

De un vistazo, ella se dio cuenta de que el hombre de mediana edad había servido en el ejército. Sonriendo, la miró y luego le dijo al director Chen: —La he estado observando durante este período. Esta niña realmente puede soportar dificultades.

—Hola. —Ye Jian se acercó a él rápidamente y lo saludó cortésmente.

—El director Chen acaba de decirme que no te conviene vivir en la residencia. Puedes molestar a tus compañeras de habitación si vuelves a la residencia después de las once de la noche. ¿Te has planteado vivir fuera del campus?

¿Vivir fuera del campus? Ye Jian estaba un poco desconcertada.

De hecho, había estado considerando mudarse, especialmente cuando hoy vio a Ye Ying.

Pero ella no había ideado ningún plan. Entonces, se sintió agradable y cálida cuando supo que el director había organizado su alojamiento.

—He estado pensando en mudarme, pero todavía lo estoy considerando... —Antes de terminar su oración, ella levantó la cabeza para mirar al director Chen y al tío Yang. Sus ojos estaban llenos de alegría.

El director Chen se dio cuenta de que ella había discernido su intención. Riendo, le dio unas palmaditas en la mano al hombre de mediana edad y le dijo: —Comandante del Batallón Yang, por favor, cuida de esta niña durante los próximos dieciocho meses.

—No hay problema. Es un placer que nuestro ejército pueda ayudar. Puede estar seguro de que cuidaremos de ella, siempre y cuando esté dispuesta a quedarse con nosotros.

El comandante del batallón Yang agitó las manos repetidamente, sugiriendo que no era necesario que el director Chen le agradeciera. Dijo: —Ella tendrá una habitación individual con baño y balcón. Como todavía es estudiante, mañana agregaré un estante y una lámpara de escritorio a su habitación. ¿Qué opinas?

—Te lo dejo a ti. —Dijo el director Chen. El muy considerado comandante Yang lo hizo sentir más cómodo al dejar que Ye Jian viviera sola en el Nuevo Campamento de Reclutamiento, que no solo era seguro sino también discreto.

Ella no tenía idea de cuántas veces las lágrimas habían amenazado con salir de sus ojos. Se inclinó e intentó hacer una reverencia al comandante del batallón Yang. Dijo: —Gracias, tío Yang, definitivamente no le causaré ningún problema.

Antes de que ella se inclinara hacia atrás, el comandante del batallón Yang extendió sus dignas manos para detenerla. Dijo con voz profunda: —Eso sería demasiado, niña. Recuerda, como soldados, somos inflexibles. ¡Así que endereza la espalda!

Más de una persona le había dicho a Ye Jian que mantenga la espalda recta en todo momento y que nunca se doble fácilmente.

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Eran las once de la noche cuando regresó a la escuela. Ye Jian empujó suavemente la puerta de su dormitorio. Ella frunció el ceño.

Para facilitar a los supervisores el control de los dormitorios, la escuela había prohibido a los estudiantes cerrar las puertas con llave desde el interior. Pero esta noche, su dormitorio estaba cerrado por dentro.

Todas las noches, —sin excepción—, cuando regresaba a su dormitorio después de su entrenamiento, ya eran las once en punto.