Reborn At Boot Camp: General Don't Mess Around!

Capítulo 19: No estamos familiarizados el uno con el otro

Xia Jinyuan nunca se había enfrentado a una amenaza tan obvia de nadie. Lo que más le sorprendió fue que la niña que tenía delante fue lo suficientemente audaz como para ir a la montaña con ellos.

Los rayos del sol se dispersaban a través de las hojas. De pie bajo la luz y la sombra moteadas, esta chica tenía un par de ojos firmes y tenaces, que también contenían soledad y desapego.

Las expresiones en sus ojos eran incoherentes con su edad. Era muy apropiado decir que era precoz y tenía un alma vieja.

Después de observar la persistencia en sus ojos, encontró brutal rechazarla.

—Niña, date prisa si quieres liderar el camino. Liu Bing, cuídala. —No es que Xia Jinyuan hubiera creído que podía mostrarle el camino. Es que no quería seguir hablando con esta chica precoz sin hacer nada con los sospechosos.

Solo al ver una situación extremadamente peligrosa con sus propios ojos, la niña pudo escuchar su advertencia obedientemente.

Dio un paso adelante. Vistiendo su uniforme de batalla de camuflaje de la fuerza terrestre, usó una mano para agarrarse al arbusto y saltó suavemente. Su espalda arqueada lo hacía parecer una bestia feroz observando a sus presas en el bosque.

El soldado, —Liu Bing—¸a quien se le pidió que se quedara con Ye Jian, se quitó el casco y dijo sonriendo. —Niña, no puedo creer que te hayas atrevido a amenazar al Mayor Xia. Por suerte, no eres su soldado, de lo contrario... —Colocó el casco en la cabeza de ella. —De lo contrario, él te arreglará duramente.

—Ponte el casco y sígueme.

Entonces, el joven Mayor se hizo llamar Capitán Xia. No había nada que temer. Ye Jian tenía sus propias razones cuando solicitó ayudarlos.

Sin posibilidad de negarse a usar el caso, Ye Jian trepó por el arbusto con ambas manos y siguió al soldado.

—Aquí están las marcas de personas en cuclillas. También hay marcas de las patas de los trípodes donde estaban sacando fotografías.

Pronto, Ye Jian los alcanzó. Vio al hombre al que se dirigían como Capitán Xia y a los soldados, —que pensó que estaban persiguiendo a los criminales—, parados juntos. Dondequiera que señalara el Capitán Xia, un soldado fotografiaría ese lugar con una cámara.

Xia Jinyuan había escuchado el susurro de los arbustos detrás de él. Estaba un poco sorprendido.

Esta chica es salvaje. Nos ha alcanzado tan rápido. Pensó.

—Los conocí un poco por allá. Pero ahora ya no están ahí. —Señalando la pendiente frente a ella, frunció los labios y dijo. —Sin embargo, dudo que continúen subiendo.

Teniendo en cuenta que un hombre fue mordido por una serpiente, moriría si permanecía más tiempo en la montaña.

—Así es. Para que podamos recopilar pruebas primero. —Dijo Xia Jinyuan con una sonrisa amable. Obviamente, él sabía lo que ella quería decir. Inclinó la cabeza para mirarla.

No había señales telefónicas dentro de la montaña. Era imposible que las personas atrapadas aquí puedan enviar información o hacer llamadas telefónicas para pedir ayuda.

Aunque el Capitán Xia era un hombre con una presencia intimidante, —cuando sonreía—¸era extraordinariamente encantador.

Ye Jian nunca pensó que la mirada de un hombre la distraería. Sin embargo, en este momento, no pudo evitar mirarlo una vez más.

Mientras la brisa de la montaña acariciaba su rostro, se recuperó de la distracción y también notó una pizca de olor.

Contuvo la respiración y exhaló ligeramente. En un instante, sus ojos se iluminaron, haciéndolos brillantes y resplandecientes como diamantes.

En unos pocos pasos, había llegado junto a Xia Jinyuan. Ella dijo con una voz que solo pertenecía a las adolescentes. —¿Cuánto tiempo te llevará reunir la evidencia? No están muy lejos. Puedes perseguirlos inmediatamente.

Xia Jinyuan dominó la mirada intimidante en sus ojos negros y miró con calma a esta chica que estaba a centímetros de él.

Como antes, la perseverancia en los ojos de esta chica hizo que sus palabras fueran dignas de confianza.