Reborn At Boot Camp: General Don't Mess Around!

Capítulo 178: Los secuestradores arrogantes

En cuanto el hombre del asiento del pasajero habló, Ye Jian se dio cuenta de que era el hombre que empujaba el carrito del comedor fuera del ascensor el otro día. Era uno de los sospechosos criminales que estaban siendo perseguidos por la Interpol.

—Sí, las cosas están un poco desordenadas, pero por suerte para nosotros, son solo dos estudiantes. Sí, claro, deberíamos ceñirnos a nuestro plan original. No quiero esperar más. Deja que Red Scorpion se preocupe por el resto. ¡Jaja! —El hombre habló sin rodeos en inglés, sin siquiera preocuparse un poco de que los dos estudiantes pudieron entender lo que había dicho.

Los ojos de Ye Jian se oscurecieron. El hombre estaba tan despreocupado, lo que indicaba que estaba seguro de que los dos estudiantes no filtrarían sus palabras a otra alma.

¡Porque los muertos no hablan!

De hecho, ella no se dejó intimidar. En su vida pasada, debido a las dificultades que Ye Ying le infligió, su corazón se había vuelto tan fuerte y duro como una roca. Ella solo conocía la supervivencia, no el miedo.

En este mismo momento de su vida actual, Ye Jian apreció lo que Ye Ying le había hecho en su vida pasada, transformándola en quien es hoy.

Ella no tenía nada que temer.

Un par de manos delgadas y frías agarraron silenciosamente las manos de Ye Jian.

Inconscientemente, Ye Jian quería quitárselas de encima. En cambio, las manos frías la sujetaron con más fuerza que ella podía sentir las palmas sudorosas en el dorso de sus manos.

—No es dinero lo que quieren. —Dijo Gao Yiyang. Incluso con voz apagada, ella podía sentir el temblor en su voz.

El chico de quince años se asustó a pesar de lo tranquilo que intentaba estar, porque él también entendía porqué el hombre que hablaba por teléfono era tan inescrupuloso.

Ye Jian suspiró en su corazón y dejó de apartar en sus manos.

Ella tuvo problemas con él en la escuela, solo porque la acusó de molestar tanto a Ye Ying que Ye Ying tuvo que ser hospitalizada. Más tarde, —aunque tuvieron algunos malentendidos más—, él todavía se disculpó cuando se dio cuenta de que era Ye Ying quien le había jugado una mala pasada.

Considerando estos aspectos, Gao Yiyang era al menos un niño que podía distinguir el bien del mal.

—Felicitaciones, tu especulación es correcta. Todo lo que podemos hacer es esperar el momento adecuado. —Dijo Ye Jian muy a la ligera. Suspirando, lentamente apartó sus manos, ya que le resultaba incómodo que otros la sostuvieran. —Veamos a dónde nos llevan. Al menos no estamos en peligro ahora mismo.

El hombre dijo que se atendrían a su plan, lo que significaba que el trato seguiría como siempre. Antes de cerrar el trato, ningún hombre inteligente querría complicaciones, como matar a dos candidatos que participaban en la Olimpiada de Ciencias en Australia.

Con todo el mundo en Australia concentrado en la Olimpiada de Ciencias, sin importar cuán arrogantes fueran los criminales, no asesinarían a los estudiantes mientras llevaban a cabo sus sucios negocios en privado.

El dinero era su propiedad mientras que las dos vidas en sus manos eran fácilmente desechables en cualquier momento.

Gao Yiyang apretó los labios hasta formar una línea recta. Sintió que este secuestro tenía algo que ver con el niño vietnamita de antes. Si este era el caso, entonces había implicado a Ye Jian en esto.

Miró a Ye Jian, cuyo rostro estaba cubierto por su largo cabello, y no pudo entender sus pensamientos actuales.

Lo único que sabía era que ella no tenía miedo en absoluto. En el momento en que ella apartó sus manos sin dudarlo, supo que no necesitaba su consuelo.

El comportamiento de Ye Jian era nuevo para él, quien recién se había dado cuenta de lo tranquila que estaba.

La noche estaba oscura como siempre. No cambió por nada ni por nadie. Mientras la Sra. Li esperaba ansiosamente en el hotel, Gao Yiyang fue empujado fuera del auto.