Reborn At Boot Camp: General Don't Mess Around!

Capítulo 118: Bromas y coqueteos

—Chica, en los últimos años, eres la primera que puede patearme el pecho dos veces seguidas. —Dijo Xia Jinyuan. Mientras sonreía suavemente su voz clara, —que era tan agradable al oído como la de un instrumento de cuerda—, despejó la tensión del combate—. Y me pateaste bastante fuerte. Me temo que mañana mi pecho tendrá dos moretones con la forma de tu pie.

Durante la pelea, Ye Jian había sentido que su rival era Xia Jinyuan. Pero pensándolo bien, era completamente imposible que él fuera su compañero de entrenamiento, por lo que no dijo nada a pesar de sus especulaciones.

Cuando Ye Jian escuchó su voz, exhaló aliviada. —Capitán Xia, me está intimidando, ¿no es así? ¿Por qué desperdicia el talento de un soldado as en mí?

Ella seguía luchando debajo de él, tratando de escapar. A través de sus gafas de visión nocturna, él miró ese rostro joven y bonito, y la sonrisa y sus ojos profundos se hizo más evidente. —Nunca nadie había escapado de mí. Ahorra tus fuerzas; chica que-derriba-a-cinco-de-mis-soldados-de-una-sola-vez.

¡Oye! ¿Vino aquí a propósito para vengarse?

—En ese caso, ¿no debería agradecerme? —Le resultaba bastante incómodo estar apretada sobre el césped con las manos atadas a la espalda. Si se movía, aunque fuera un poco, sus manos de hierro la sujetarían con más fuerza.

Mire a este zorro perspicaz y de habla suave.

En efecto, le estaba dando las gracias. ¡Por eso los cinco soldados deberían reflexionar sobre su fracaso limpiando los baños todos los días!

Xia Jinyuan arqueó las cejas y sonrió. —Debería agradecerte, por eso estoy aquí. ¿Admites tu derrota?

Aunque sentía que había ganado sin esfuerzo, era divertido ver las expresiones en el rostro de la brillante chica.

Tenía que admitir su derrota. ¿Cómo no hacerlo?

Sin luchar, Ye Jian suspiró. —Admito la derrota, por supuesto. No te derroté, seas un soldado estrella o no. Esta es la diferencia de fuerza entre nosotros.

¡Cada vez que se encontraban, ella veía la brecha que había con él!

La muchacha siempre podía aceptar sus reveses en lugar de evitarlos. Él admiraba mucho en ese aspecto. —La diferencia de fuerza entre nosotros, —una adolescente y un hombre adulto—, Es el resultado de varios años de entrenamiento que he estado recibiendo. Sin embargo, harás que los soldados se sientan avergonzados de sí mismos porque puedes patearme dos veces después de entrenar durante menos de 6 meses. Levántate. Hay muchas hormigas muertas entre las hojas. —Xia Jinyuan aflojó su agarre y levantó a Ye Jian de entre las hojas marchitas.

Cuando estaba a punto de levantarse, ella sonrió y estaba lista para lanzar otro ataque furtivo.

Saltó y usó su codo para agarrar el cuello de Xia Jinyuan desde atrás. Cuando aterrizó en el suelo con una pierna con la otra, le dio una patada en la parte posterior de la rodilla. Ferozmente, presionó a Xia Jinyuan, —de 1.86 centímetros de altura, contra el suelo.

Esta vez habían cambiado de posición. Era Ye Jian quien estaba a horcajadas sobre la fuerte cintura de Xia Jinyuan. Colocó la daga militar en su garganta y dijo. —Capitán Xia, todo vale en la guerra. ¿Estamos a mano ahora?

—¿Qué piensas? —Había una cálida sonrisa en los ojos negros de él, a pesar de que una daga militar estaba colocada en su cuello. Su mirada se movió lentamente hacia abajo, desde el rostro de ella hasta el espacio entre ellos—. Mira hacia abajo, niña.

Al oír esto, ella bajó la mirada... ¡Oh, Dios! Una pistola negra le apuntaba al pecho.

Ella sacó su daga militar, se encogió de hombros y dijo en un tono alegre. —Perdí otra vez, pero... —Parpadeando con sus ojos negros, sonrió. —Hoy se siente bien presionar a un soldado as debajo de mí.