Reborn At Boot Camp: General Don't Mess Around!

Capítulo 101: Ganando impulso

Hoy la última pregunta era sobre geometría, que también apareció en las Olimpiadas Provinciales de Matemáticas de Secundaria hace 2 años. ¡Era difícil, pero no imposible de resolver! Ye Jian detuvo su cálculo porque ella y Ye Ying se estaban mirando fijamente. No esperaba que la maestra que la vigilaba se pusiera nerviosa.

Volvió a ponerse a escribir y a escribir su proceso de resolución uno por uno. Al final escribió la respuesta correcta.

Tan pronto como terminó de escribir la respuesta, la profesora le arrebató el papel del examen y le dijo. —Quédate quieta. No te vayas hasta que termine de calificar tu examen.

El primero en entregar el examen siempre podía ejercer una enorme presión sobre el resto de los estudiantes. Gao Yiyang, —sentado en el último asiento—, apretó sus finos labios.

Fue tan rápida... ¿Había terminado? ¿O la habían pillado haciendo trampa?

No, no está bien.

Si la hubieran pillado haciendo trampa, la profesora no habría aparecido entusiasmado y ella no habría podido estar sentada tranquilamente en el aula.

¡Entonces había terminado el examen!

Gao Yiyang no pudo ocultar el asombro en sus ojos fríos. Frunciendo el ceño, automáticamente miró hacia donde estaba sentada Ye Ying.

Le gustaba, no se sentía afectada en absoluto y se concentraba en solucionar los problemas, así que, poco a poco dejó de fruncir el ceño.

La Sra. Zhu, —parada detrás el podio para calificar el trabajo de Ye Jian—, la admiraba en silencio. ¡Le tomó menos tiempo obtener la máxima puntuación!

No es extrañar que el director Cao haya visitado en persona a esta escuela secundaria del municipio. ¡Realmente había talentos en esta escuela!

Mientras, el resto de los estudiantes seguía trabajando los problemas, la Sra. Zhu había terminado de calificar el examen de Ye Jian. —No está mal. Ya puedes salir de la sala de exámenes.

No mencionó las calificaciones de Ye Jian, pero ella se dio cuenta de que había hecho un buen trabajo por la actitud y las palabras de la maestra.

—Adiós, profesora. —Dijo cortésmente. Hoy estaba ansioso por ver al director Chen, así que tomó su bolígrafo, —lo único que había traído al aula—, y se fue rápidamente.

Atónitos, muchos estudiantes la miraban, pero eso no cambió ni un poco las expresiones faciales ni los pasos de Ye Jian.

Hoy no se trataba sólo de exámenes. No había logrado... ¡lo más importante!

—¿Esto te lo dio el capitán Xia? —En la oficina, el director Chen sostenía un alambre plateado, delgado y largo hecho de un material especial. Bajo la luz, el alambre plateado brillaba con destellos fríos.

Era suave pero elástico... Este tipo de material especial era muy raro.

¿Por qué le entregó este objeto a la muchacha sin ningún motivo? Además, era el arma de una sospechosa de un delito.

La niña no era la única que quería saber la respuesta. El director Chen también quería saberla.

—Puedes quedarte con este maravilloso regalo. Si lo devuelves, estarás rechazando la buena intención del capitán Xia. —Sonriendo, el director Chen le hizo un gesto a Ye Jian para que extendiera su mano. Una y otra vez envolvió el alambre plateado alrededor de las delgada y blanca muñeca de ella. —Este es un buen artículo. Quédatelo.

¡Era un objeto muy bueno! ¡También se veía bien cuando se convertía en pulsera! ¡Lo más importante es que no estaba prohibido poseerlo!

Sorprendida, Ye Jian tartamudeó. —Esto... ¿No es esto usar poder...?

—Jaja...tonta. —Se rió el director Chen aún más fuerte al ver la obvia mirada de asombro en su pequeño rostro y la leve preocupación en sus ojos negros como azabache. —Niña, ¡quédatelo porque te lo dio el Capitán Xia! No hay necesidad de preocuparse por nada más.

¡Si el director Chen le dijo que lo conservara, entonces definitivamente podría conservarlo!

—Entonces lo conservaré. —Respondió ella sonriendo—. Para ser honesta, me gusta mucho. Me preocupaba que el capitán Xia se sintiera afectado si lo conservaba. Hoy por eso vine a Verte con la esperanza de que pudieras tranquilizarme.

—Qué chica tan lista. —El director Chen se rió más fuerte. Era una niña íntegra.

Cuando termino de reír, le preguntó a Ye Jian sobre los exámenes. Ella sonrió suavemente y sus ojos se iluminaron. —No te preocupes. Siempre cumplo con mis palabras.