Reborn At Boot Camp: General Don't Mess Around!

Capítulo 136: Nadie puede detenerla.

Los aplausos atronadores vinieron de los profesores, los estudiantes eliminados y sus competidores... Ye Jian, —la primera que aprobó el examen—, siguió sonriendo elegantemente en el podio. —Gracias. —Dijo con calma, haciendo una reverencia.

Su compostura y paciencia, propias de un gran talento, conquistaron el corazón de todos los profesores.

El director Cao había estado acompañándola durante todo ese viaje, sosteniendo un frasco de pastillas para calmar el corazón en sus manos. Después de escuchar el nombre de Ye Jian, destapó la botella con sus manos temblorosas y tragó tres pastillas seguidas.

Ciudad capital. En el patio militar más vigilado en el que se ocultaban bombas, Xia Jinyuan se estaba atando la corbata de su ropa informal de manga corta mientras bajaba las escaleras.

Llevaba su camiseta militar informal de verano. La parte inferior de su cuerpo estaba cubierta por sus pantalones militares de color verde oscuro, rectos y planchados, que estaban atados con un cinturón marrón. Este atuendo mostraba perfectamente su fuerte físico con una curva sexy.

Sus hombros anchos, sus piernas largas, junto con su paso refinado y elegante, encarnaban los modales cultivados de un caballero.

Alguien comentó una vez que Xia Jinyuan vestía su ropa militar informal de verano. Se decía que era único en su clase. ¡Porque cualquiera perdería el control, se lanzaría contra él y lo arrancaría!

—Papá, voy a salir. —Al bajar las escaleras, vio al comandante Xia tomando té y leyendo el periódico tranquilamente mientras estaba sentado en el sofá. —Vete a la cama temprano. Puede que vuelva más tarde por la noche.

El comandante Xia no tenía idea de que su hijo estaba en casa. Al oír el sonido de tras él, se dio la vuelta, bastante sorprendido. —¿De dónde saliste? ¿Cómo es que no hiciste ningún ruido?

Al notar que su hijo vestía su ropa militar informal de verano, el comandante Xia se dio cuenta de que se había arreglado a propósito. Dejando el periódico a un lado, el comandante miró a su apuesto hijo con interés. —Oh, te arreglaste. Hola. Parece que el sol saldrá por el oeste. ¿Estás saliendo con alguien? ¿Quién es ella? Si vas en serio, trae la casa y déjame echarle un vistazo.

¿Otros hombres pueden tener cuatro o cinco novias en un año, pero ¿por qué su hijo... nunca había traído a casa ni un mechón de pelo de una mujer?

Si no hubiera encontrado antes películas para adultos en el estudio de su hijo, habría sospechado que su hijo no tenía ningún interés en las mujeres debido a que pasaba demasiado tiempo en el ejército.

Xia Jinyuan bajó la cabeza para mirar su atuendo, pero no encontró nada especial. Levantó las cejas. —¿Me viste arreglarme? No es una cita, pero voy a conocer a una chica. Y no pienses demasiado. Ella es una estudiante de secundaria de 14 años.

...

El comandante Xia, —que se había equivocado al adivinar—, perdió el interés al instante. Agitando las manos, echó a su hijo. —Ve, ve, ve. Diviértete. No vuelvas a cenar esta noche. Voy a cenar en casa de tu tío Han.

Con elegancia, Xia Jinyuan salió del patio y se dirigió a su destino.

Después sale salir de la sala de exámenes, ella caminó apresuradamente hacia la puerta de la escuela. Solo tenía cuatro minutos y quería llegar a la hora acordada con Xia Jinyuan. Necesitaba correr.

—Ye Jian. —Dijo alguien persiguiéndola. La persona caminaba grandes zancadas, por miedo a que ella se fuera. —¿A dónde vas? Ye Ying y los demás se van más tarde. Tenemos pensado comer algo afuera antes de enviarlos a tomar el tren.

Los estudiantes eliminados no tienen posibilidad de quedarse en la capital. Los profesores de la Escuela Secundaria Provincial N°1 los están trayendo de vuelta a la provincia del Sur.

Gao Yiyang conocía la capital. Preguntó los principales maestros y acordaron ir juntos a Wangfujing para disfrutar de la comida local de la capital.

El resto de los estudiantes también estuvieron de acuerdo felizmente.

A excepción de Ye Jian... Después de que él y Ye Ying intercambiaron algunas palabras, Ye Jian, —que estaba presente hace un momento—, había desaparecido.