Reborn At Boot Camp: General Don't Mess Around!

Capítulo 133: Coquetear es un placer

El coche no podía llegar hasta la puerta trasera de la escuela, se detuvo debajo de un edificio de viviendas. En el vehículo sellado se oían claramente los sonidos de la respiración de las dos personas después de que se detuviera el motor.

Ye Jian abrió el auto y se bajó. Sonriéndole a Xia Jinyuan, —qué estaba sentado en el auto—, dijo. —Buen intento, capitán Xia. Adiós.

Al igual que todas las demás escuelas superiores en la provincia, la Escuela Secundaria Provincial N°1 estaba rodeada de altos edificios residenciales. Construido en la década de 1980, las filas de edificios de siete pisos detrás de la puerta trasera. Estaban a sólo un metro aproximadamente de distancia entre sí.

Todas las noches él paraba su coche allí y la acompañaba hasta la escuela. Esta noche no fue la excepción.

Ye Jian sonrió y se bajó del coche con elegancia, cerró la puerta y se apoyó en el coche para mirar a la chica, cuyos rasgos faciales se difuminaban bajo las farolas. Una curva sensual se formó en sus finos labios. —¿Ni siquiera un abrazo antes de la despedida?

—Ya nos dimos suficientes abrazos en el campo de entrenamiento. ¿No lo recuerdas, capitán Xia? —Ella también sabía cómo coquetear.

¡Hasta un idiota aprendería a coquetear después estar con él unos días! Mientras Ye Jian sonreía alegremente, había una indirecta maliciosa en sus ojos. —Tendremos numerosas oportunidades de abrazarnos en la ciudad capital.

La chica se estaba volviendo cada vez más elocuente. Parecía que debía dejar de burlarse de ella ahora... de lo contrario se enojaría si ella era buena, coqueteando con otros chicos.

Durante las vacaciones de verano, estos edificios residenciales de siete pisos de estilo antiguo y construidos en los años 80, sólo estaban iluminados por unas pocas luces. El resto de ellos permanecían en penumbra.

Los dos pasaron por delante de varios edificios residenciales y casi al mismo tiempo miraron en la misma dirección.

Con un poco de frialdad en sus ojos, Ye Jian le dijo. —No está muy lejos. Puedo caminar hasta allí sola. —No era una sensación agradable ser observada durante varias noches consecutivas.

—¿Quieres subir sola y echar un vistazo? —Xia Jinyuan no se detuvo. Tampoco accedió a dejarle allí. —Si quieres subir, puedo acompañarte.

—Sí quiero preguntarle si está cansado después de mirarme durante varias noches. —Ye Jian se rió. De repente, con una mirada feroz y agudos en sus ojos, miró fijamente a una ventana iluminada con una lámpara de escritorio.

Detrás de la ventana alguien estaba tan asustada que le temblaba la mano. Bajó la cortina, agarró el vaso de agua que estaba sobre el escritorio y bebió un sorbo.

¡Qué miedo! La mirada asesina en los ojos de Ye Jian era tan fría y feroz que su corazón estaba a punto de saltar.

Hoy, unos 3 minutos después, la persona que se había quedado en estado de shock se dio unas palmaditas en el pecho para tranquilizarse y, de nuevo, levantó la cortina con suavidad.

Estaba a punto de levantar la Cámara en sus manos para grabar al hombre y a la mujer que regresaban de su paseo nocturno.

Se abrió un hueco bajo la cortina. Bajo la luz de la lámpara del escritorio, vio un rostro pegado a la ventana desde afuera. —¡Ah!

Liao Jian, —que sostenía una cámara—, gritó horrorizado, como si hubiera visto un fantasma. Hola, al final no pudo salvar la cámara que tenía las manos. ¡Pum! Cayó al suelo. Se preguntó si se habría roto.

La ventana estaba completamente abierta. Ye Jian saltó ligeramente y se paró en el balcón.

Mientras abría la cortina, vio a Liao Jian apoyado contra la pared y mirando hacia afuera con miedo. Una cámara importada, yacía junto a su pie.