Reborn At Boot Camp: General Don't Mess Around!

Capítulo 194: Alabado sea nuestro triunfo militar (Parte II)

K7 era un hombre tranquilo con una expresión letárgica sin importar dónde estuviera.

Sin embargo, en ese momento, el comandante en el lugar sólo encontró a K7 tan adorable como siempre. —Está bien. No hay problema. Cooperaremos. ¡Está bien, haré arreglos para que alguien lo envíe de inmediato! Está bien, está bien, lo entendemos. ¡Movámoslo ahora!

La buena noticia alivió al comandante, que esperó a que K7 colgara antes de devolver el comunicador a sus oficiales.

Después de recibir el mapa de todo el edificio, la Interpol envió una tropa de asalto de 30 personas directamente al sexto piso y una tropa de asalto de 20 personas al séptimo piso.

Manteniéndose en contacto con Xia Jinyuan, K7 se dio la vuelta y envió un mensaje por su teléfono celular. —Iniciar operación de francotirador.

Al otro lado del edificio alguien miró el mensaje y silbó alegremente. Preparó el rifle de francotirador y sus ojos azules miraron a través de la mira. Enfocó la mira en un espacio vacío y se preparó para disparar tan pronto como el objetivo pareciera en él.

En el sexto piso, Ye Jian podía ver claramente la cantidad de personas que caminaban por el pasillo a través de las persianas de la ventilación. Ahora que sabía la cantidad de objetivos, sólo quedaba una última cosa importante por la que tenían que esperar.

¡Tenían que esperar que la Interpol se entregara las máscaras de gas antes de poder lanzar las bombas de humo y las bombas lacrimógenas!

Las tropas de asalto avanzaron rápidamente, ya que el suelo estaba despejado. Además, entregarles máscaras de gas también trajeron una metralleta IMITAR con capacidad para 30 balas, que solo se proporcionaba a las Fuerzas Especiales.

Al recibir el arma, Ye Jian contuvo su sorpresa y la inspeccionó hábilmente. Bajo el mando de Xia Jinyuan, G3 y J5 lanzaron simultáneamente dos bombas de humo, dos granadas cegadoras y dos bombas lacrimógenas.

—¡Q King, corta los lados! —Dijo G3 con dureza e irrumpió en el sexto piso. Trabajaron juntos sin problemas en todos los aspectos.

Las tropas de asalto irrumpieron y dispararon desde la puerta de la derecha mientras que G3 y J5 actuaron lo mismo desde la puerta de la izquierda.

Todo el sexto piso se hundió en un feroz campo de batallas con armas de fuego.

Nick, —que al principio estaba regodeándose dentro de la habitación—, torció el gesto cuando escuchó disparos desde afuera mientras las imágenes del monitor permanecían sin cambios. Le dio una bofetada a la persona que trabajaba en el sistema de vigilancia y rugió. —¡Maldita sea! ¡Dame la bazuca!

La reacción de Red Scorpion fue aún más rápida. Le arrebató a Nick la bolsa que contenía la droga y le arrojó la bolsa que contenía el dinero.

Creía firmemente que no corría peligro con las drogas que tenía en su poder. De tubos estudiante, agarró una ametralladora y comenzó a disparar contra la ventanilla de emergencia.

—Maldita sea, ¿qué estás haciendo? —Nick hizo un gesto a su guardaespaldas para que detuviera las estúpidas acciones de Red Scorpion—. ¡Corre si quieres! ¡Pero no me involucres, idiota!

—¡Que vuelen a todos! ¡A la mierda, ¿cómo te atreves a meterte conmigo?!

Mientras Nick gritaba enojado, dos bombas lacrimógenas y bombas de humo fueron arrojadas a esta habitación a prueba de balas y explosiones.

En cuestión de un minuto, el humo se extendió por la habitación y nadie pudo abrir los ojos debido al gas lacrimógeno.

—¡Allí arriba, maldita sea! ¡Apúrense!

Alguien intentó gritar, pero sólo terminó ahogándose en lágrimas y mocos.

Mientras se disparaban innumerables fallas contra las personas en la sala, los líderes internacionales del narcotráfico o liderados por Nick casi fueron aniquilados en este asedio.