Reborn At Boot Camp: General Don't Mess Around!

Capítulo 171: Orgulloso de ti

Ye Jian había terminado de responder todas las preguntas mucho antes de la 1:00 de la tarde. Aunque su mente no estaba ocupada con la competencia, revisó su examen con atención antes de dejar el bolígrafo.

Pero no abandonó la sala de exámenes. A los ojos de los demás estudiantes chinos, su presencia era muy tranquilizadora. No se levantó hasta la una de la tarde.

Fue la primera estudiante China que salió de la sala de exámenes. La profesora Li y otros tres decanos le dieron a su alumna un cálido y alentador abrazo, uno por uno. —Buena chica, estamos orgullosos de ti.

—Y no los decepcionaré. —Dijo Ye Jian sonriendo. Que podía vivir su vida una vez más no dejaría que ninguna cosa maravillosa se le escapara.

¡Esta era la vida que necesitaba! ¡Podía crear milagros ilimitados en su limitada vida!

—¡Ye Jian, creemos que todo nuestro país estaría orgullosa de ti! —Dijo la Sra. Li, aprobando profundamente a esta increíble niña desde lo más profundo de su corazón.

¿Acaso la posición en la competición no importaba? ¡En realidad sí!

Pero no se trataba de ganar fama o riqueza. ¡Era una oportunidad de demostrarle al mundo que los estudiantes chinos podían ser tan buenos como los de otros países!

Algún día, si alguien ya no le importara los rankings, significaría que habían llegado a una cima sin rivales.

Después de abrazar a los profesores, los estudiantes se abrazaron entre sí. En un país extranjero solo podían sentir un verdadero sentido de pertenencia al pasar tiempo con personas en su país de origen.

Cuando los estudiantes vietnamitas salieron de la sala de exámenes, parecían un poco pálidos. Después de pasar junto a Ye Jian, un chico detuvo su paso con una mirada hostil en sus ojos. Era él quien había tenido conflicto con los estudiantes chinos antes. —Es demasiado pronto para que te sientas feliz. —Dijo en inglés con un fuerte acento.

Esta vez, ya no tenía el valor de llamarlos "intrusos". Y Ye Jian ya no era la chica que siempre sufría en silencio. No haría concesiones, especialmente en un momento como este.

Ella miró fijamente al muchacho con una mirada fría y penetrante y se burló. —Eso no es asunto tuyo. Nosotros somos felices todo el tiempo.

—Faltan dos días más. ¡A ver quién gana el final! —Dijo el chico con fiereza. Cada vez salía más estudiantes en la sala de exámenes y sus profesores los esperaban en la entrada, así que se marchó después esa charla basura.

Aunque el chico se había ido, Ye Jian le dio su respuesta de todos modos. —Cuídate entonces. Esperemos y veremos. —Dijo lentamente.

Los estudiantes chinos, —que habían escuchado toda la conversación—, sonrieron y levantaron el pulgar hacia ella.

La sonrisa en el rostro de Ye Jian era tan brillante como la luz del sol. Al mirarla, Gao Yiyang que siempre había tenido un semblante indiferente, también sonrió.

Al igual que la escuela y se vengaría de aquellos que le acosaban.

La impresión que tenía de Ye Jian, —que parecía una chica frágil y obediente—, se estaba volviendo cada vez más vaga. A veces se preguntaba si eso era sólo una ilusión. La verdadera Ye Jian era brillante, segura de sí misma y atractiva.

Pero no abrazó a Ye Jian tan libremente como lo hicieron los otros estudiantes. En cambio, le dijo al director Li. —Mi padre llegará en unos diez minutos, así que probablemente almorzaré con él.