Capítulo 158: Inviolable

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Entre los 12 candidatos chinos había dos chicas y diez chicos que se alojaban en seis habitaciones dobles en el mismo piso.

Cuando Ye Jian y Yang Ye entraron a su habitación, lo primero que hicieron fue sacar los libros y los exámenes, algunos en los cuales estaban en inglés de su equipaje, y ponerlos junto a la cabecera de sus camas.

No llevaron más ropa que su uniformes escolares, azules y blancos. Las camisas de manga corta y los pantalones largo tenían un estilo deportivo refrescante.

Era la hora del almuerzo, a las 12 en punto. Cuando Ye Jian y los otros once candidatos chinos caminaron hacia la cafetería del hotel, ¡descubrieron que todos los candidatos de los diferentes países se habían reunido allí!

Como muestra de su hospitalidad, los estudiantes Australia, —país anfitrión—, conversaron con los estudiantes de otros países en la cafetería.

Ye Jian miró alrededor de la cafetería. Había varios grupos de estudiantes asiáticos de cabello negro, pero no se veía a los estudiantes vietnamitas. Ella debía saber dónde estaban para vigilar al Escorpión Rojo.

Al ver a tantos estudiantes en una cafetería, Yang Ye le susurró a Ye Jian. —Tut, tut, tut. Me va a doler el estómago por la presión...

—No... —Antes de que Ye Jian pudiera terminar sus palabras, se escuchó el alboroto desde atrás.

Y entonces, escuchó a Gu Fan, —un candidato chino—, decir con voz profunda. —¡Tienes que disculparte!

Todos los estudiantes que participaron en la competencia hablaban inglés con fluidez. Y Gu Fan hablaba inglés americano estándar. Ye Jian supo que era él al escucharlo hablar.

Cuando se dio la vuelta, vio a un niño vietnamita que miraba fijamente a Gu Fan. Hoy había varios libros esparcidos por el suelo. Gu Fan los había traído desde China.

—¿Por qué debería disculparme? —Dijo el niño vietnamita en tono feroz. Y con desdén, continuó. —Este es un lugar público. ¡Y tú nos has bloqueado el paso a quedarte aquí!

La crueldad del chico y el odio en sus palabras eran un poco absurdos.

Y los demás estudiantes vietnamitas eran igual a él. Parecía como si los estudiantes chinos que estaban frente a ellos fueran sus enemigos.

—Ustedes son un grupo de invasores maleducados. No les pediré disculpas. —Dijo el muchacho, llevando un asunto simple al conflicto entre los dos países.

Reborn At Boot Camp: General Don't Mess Around!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora