Reborn At Boot Camp: General Don't Mess Around!

Capítulo 73: Un hombre que no era tan simple

La doctora Zhou, —que ya era mayor—, respondió rápidamente. —No se preocupe, no le diremos nada a nadie sobre esto.

—Doctora Zhou, Usted es un médico con una ética noble y profesional, por supuesto que confiamos en usted. —Dijo Xia Jinyuan con gentileza. Frente a los ciudadanos era tan tierno como una brisa, en lugar de demostrar su actitud dura como el acero. —Me voy a despedir aquí. Una vez más, lo siento mucho.

Le pidió a un soldado que enviara lejos a la doctora Zhou. Mientras ella se alejaba, de repente, Xia Jinyuan Hola, levantó la mano para acariciar suavemente la frente de Ye Jian. —No tuve tiempo de elogiarte. Bien hecho, pequeña.

—¡Ay! —Tomada por sorpresa, ella se cubrió la frente, que le dolía un poco. Una emoción sutil comenzó a aparecer en sus ojos, que antes estaban tranquilos e indiferentes. —¿Qué quieres decir? Me elogiaste hace unos momentos y me castigas al segundo siguiente.

Él comenzó a sonreír. Era un hombre que sabía cómo contenerse. Incluso su agradable sonrisa parecía muy ligera. Por la noche, con su sonrisa refrescante, dijo. —Sólo tienes catorce años, no cuarenta. Relájate y no tengas demasiada frialdad en tus ojos. La edad de catorce años es una época de ensueño y maravillosa.

—Capitán Xia, Supongo que fue una época maravillosa y de ensueño para usted cuando tenía 14 años. Quizás no había una mirada fría en sus ojos, pero al menos parecía inaccesible. —Ye Jian le devolvió el favor al hombre extremadamente misterioso con la misma moneda. Se había convertido en mayor a la edad de veinte años, ¿era posible que lo hubiera pasado maravillosamente a los catorce años?

¿Fue posible?

Al recordar cuando tenía catorce años, Xia Jinyuan sabía que no debía seguir hablando.

Estaba frente a una chica inteligente. Cuanto menos hablara, mejor. De lo contrario, sus palabras podrían molestarla y causarle dolor.

—Ven aquí. —Dijo, haciendo un gesto a un soldado que esperaba sus instrucciones a su lado—. Envía a esta estudiante al nuevo campamento de reclutas.

¡No es de extrañar que su viejo y su abuelo se quejaran de que era un dolor de cabeza cuando tenía 14 años!

A la edad de 20 años, se encontró con Ye Jian, de catorce años, quien también le causó dolor de cabeza.

Pero, —por desgracia—, De repente, sintió ganas de llamar a su viejo para saludarlo y pedirle perdón.

Después de subir el vehículo que escoltaba a los sospechosos criminales de regreso a la ciudad, él hizo una llamada telefónica a Beijing.

En un patio militar antiguo y sencillo, —fuertemente vigilado—, Hoy, cuyo exterior estaba rodeado de Hiedra de Boston, un guardia de seguridad respondió al teléfono.

Después de intercambiar cumplidos, subió trotando las escaleras y llamó a la puerta suavemente.

—Comandante en jefe, es una llamada del mayor, dice que tiene algo urgente que informarle.

Por lo general, el Comandante Xia ya se acostaba a las 10:30 de la noche. Al oír la noticia, se levanta bruscamente de la cama. El muchacho rara vez lo llamaba. ¿Le había pasado algo en el ejército?

—¿Qué pasa? —En el momento en que habló escuchó un discurso inesperado del otro lado.

—Lo siento, viejo, de repente siento que fue un dolor de cabeza para ti cuando tenía 14 años.

El comandante Xia contuvo su impulso de destrozar el teléfono. ¡El chico lo preocupaba sin motivo alguno!

—¡Mocoso! ¡Ya verás!

—Viejo, saluda al abuelo de mi parte. Una cosa más, ¡buenas noches! —Xia Jinyuan colgó el teléfono con una sonrisa en el rostro. A juzgar por la energética voz del comandante Xia, debía estar en buena forma.

¡Qué mocoso! ¿Sufría de insomnio? ¡Debería ser una llamada telefónica para aumentar su carga de trabajo y curar sus tonterías!

Bip. Bip. Cuando se escuchó el tono de ocupado del teléfono, el comandante lo maldijo, pero con una sonrisa en su rostro.