Capítulo 40

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La acústica de la habitación era tan serena en estos momentos, se sentía tanta paz y tranquilidad y el ruido de las pequeñas gotas de lluvia deslizándose suavemente por la ventana lograba darle un aspecto más embelesador al momento de intimidad que estaban compartiendo el joven médico y el príncipe de Gliese.

Tuvieron que pasar alrededor de ochenta minutos para que pudiera disminuir el adictivo ruido de los labios chocando con impaciencia, los jadeos, gemidos, un par de muebles torcidos y varios susurros de amor y desesperación.

Ahora, recostado sobre el pecho desnudo de su novio y mirando hacia el techo, Jimin soltó un ligero suspiró y alzó su mirada para comenzar con aquella conversación que él consideraba necesaria.

— ¿Jungkook?

— ¿Mmph?— respondió el pelinegro mientras acariciaba con las yemas de sus dedos la cintura ajena.

— No hemos hablado de esto y me parece importante...— el rubio aclaró la garganta y se levantó para quedar sentado y poder observar al pelinegro de mejor manera.— Creo que debes de buscar a tu padre.

Jimin pudo percibir como el pelinegro se tensó en su lugar y se sentó en la cama, echando los brazos hacia atrás de su nuca.

— No quiero hablar de eso...

— Jungkook, es importante que lo hagas, él no se encontraba bien, está muy dolido por tu reacción.— explicó suavemente con el entrecejo arrugado, esperando que entendiera.

Por su parte, el médico soltó un suspiro y negó con la cabeza.— Sí él se encuentra dolido, ¿te imaginas como me sentí yo al escuchar toda su conversación?— Jimin quiso replicar pero Jungkook no se lo permitió.— Vi pasar toda mi vida junto a mí y ¡oh sorpresa! Resultó que nada fue real, que fui un niño literalmente "sacado del infierno"; malo y ¿echando fuego?— Jungkook negó con la cabeza y se acomodó más en la cama.— ¡Fue horrible!

— Claro que todo lo que viviste fue real, y no, no fuiste "sacado del infierno"— el príncipe hizo una mueca ante la expresión que usó su novio.— ¡Eres un Jeon! ¡Jeon Jungkook! Y tú pasado no va a cambiar eso, este es tu hogar, es tu mundo.

El pelinegro se quedó en silencio un par de segundos antes de alzarse de hombros.— Pudo habérmelo dicho antes. Él mismo te dijo que yo hacía preguntas, entonces...

— Tú padre no es culpable de lo que sucedió.— Jimin se arrastró por la cama lo suficiente para quedar cerca del pelinegro y tomar su rostro.— Él y tu madre querían una familia y la obtuvieron... y también te dieron una a ti. Entiendo que puedas estar molesto, pero por favor, busca a tu padre.

El pelinegro observó a Jimin detenidamente, su rostro un poco decaído, se mordió el labio para después mirar las palmas de su mano y recordar otra parte de la conversación que su novio había tenido con su supuesto progenitor.

— Solo quiero saber quiénes son ellos, los verdaderos...— susurró el pelinegro regresando su mirada al príncipe.— Y... tal vez busque a mi pad... al señor Juwon...— aseguró el joven médico con un suspiro y los ojos aún un tanto tristes.

Sin sentirse tan convencido de que Jungkook realmente fuera a hablar con su padre, el príncipe simplemente asintió y abrió sus brazos para envolver al pelinegro hacia él para darle un abrazo cálido.

El azabache se aferró fuerte a ese abrazo y acomodó su cabeza en el hueco del cuello de Jimin; tenía tantas cosas pasando por su mente en estos momentos, desde la información de que no es hijo de sus padres hasta la noticia de la guerra en contra del ejército invasor al que una vez el príncipe se enfrento era demasiado, se sentía agotado mentalmente, aunque trataba de ocultarlo.

Gliese - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora