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Otro mes va y viene, el caso es que había sido un mes muy agitado, y Yeonjun realmente la tenía agarrada con ella. La molestaba todo el tiempo. Le tumbaba los libros, le escondía la mochila e incluso, a veces le quitaba el almuerzo. Danielle tenía que aguantárselo y rechinar los dientes, más aún cuando lo veía besar con pasión a Haerin en medio del pasillo. Aun no comprendía como no le daba un golpe en la nariz. Sí, así de violenta se había puesto Danielle.

Minji y Haerin de vez en cuando las atacaban a ella y a sus amigas, pero estaban concentradas en los exámenes. Por eso Yeonjun y Taehyun las estaban relevando, para hacerle la vida imposible a la rubia.

Lo único era que ahora siempre encontraba a la pelinaranja mirándola. Danielle siempre quería mirarla así que no era su culpa, pero se impresionaba al ver cómo sus ojos se encontraban y la pelinaranja apartaba la mirada.

-¿Por qué siempre terminan en mi casillero, cuando incluso es uno diferente? - Preguntó, apretando los puños y los dientes.

Observaba a la pareja besarse ardientemente, apoyados sobre un casillero. Su puto casillero. Danielle pronto estaría lanzando fuego por la boca.

-Tal vez Yeonjun quiera hacerte enojar - Dijo Hyein intentando no mirar con asco la escena, se percató de la mirada dolida y enojada de su amiga, y colocó una mano en su hombro - Recuerda que es una perra, en verdad lo es.

Danielle no respondió, clavó sus ojos en Yeonjun, deseando con todas sus ganas ahorcarlo hasta que dejara de respirar.

Hanni y Hyein se despidieron de ella, un poco preocupadas. Danielle quería parecer bien, pero en serio le dolía mucho.

Fue hasta donde estaban ellos y se aclaró la garganta, para buscar su atención. Yeonjun se separó de Haerin, la chica tenía el cabello revuelto y los labios hinchados a besos, y ambos la observaron.

-Mi casillero - Dijo, refiriéndose a la puerta donde estaban apoyados.

Yeonjun simplemente la corrió a un lado mientras volvía a atacar los labios de Haerin, Danielle apretó los puños. Abrió su casillero, escuchando los suspiros y besos de la pareja. Yeonjun recorría el cuello de Haerin con sus labios, pero ella no parecía notarlo, estaba mirando a Danielle.

Al cerrar la puerta, se encontró con unos ojos chocolate y Haerin le dio un seductor guiño, antes de volver a agarrar el rostro de su novio y besarlo, Danielle ahora quería devolver el desayuno.

Era increíblemente repugnante. Los observó un rato, intentando parecer superior. Yeonjun, fastidiado, se separó de los labios de su novia y observó a la rubia con disgusto.

-¿Qué mierda quieres?

-No creo que sea correcto besarse en los pasillos, hay una regla - Dijo, metiendo las manos en los bolsillos de sus jeans, debía aparentar tranquilidad.

-Pues yo hago lo que se me dé la jodida gana. Ahora, desaparece - Respondió muy cortante el chico y volvió a besar a Haerin, pero los ojos de la chica, aun besando a su novio, estaban en Danielle.

Danielle no comprendió, pero al ver esos hermosos ojos chocolate, no pudo evitar sonreír. Hizo una mueca graciosa, burlándose de Yeonjun, y Haerin soltó una pequeña risa sobre los labios de su novio. A Danielle le dio satisfacción y más al ver que su novio le cubrió los ojos a la pelinaranja, para que Haerin no pudiese verla, y fulminó a Danielle con la mirada. Ella decidió que era hora de irse.

Fue hasta la biblioteca esa tarde, esperaba poder estudiar para el examen, Yeonjun había escondido sus apuntes y por eso iba retrasada. Al llegar se encontró con una gran sorpresa. Allí, sentada en la misma silla de siempre, estaba Haerin. Sintió como que el corazón se le fuera a salir y sonrió.

RIVALES | DAERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora