RIVALES | DAERIN

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Esta noche era el baile de invierno y Danielle, a pesar de tener un vestido, no quería ir.

Durante estos días, Haerin la había evitado e incluso fingía que la rubia no existía. Minji la había regañado, pero Danielle no entendía el por qué. Al parecer la castaña también la evitaba y sólo la miraba desde lejos, con desaprobación.

Estaban en el pasillo. Hanni a su lado le acariciaba la espalda y Hyein intentaba animarla.

-Vamos, Danielle. Fue tu culpa - Le dijo, y Danielle la miró con mala cara. Hyein se hizo hacia atrás - Tú fuiste la que dijo la mentira, de que no la amabas.

-Cierto, Danielle. Ella... Ella puede que tuviera que decirte algo importante y tú le echaste esa bomba - Hanni, a pesar de estar consolándola, también le reprochaba su actitud.

-Ella seguro me iba a rechazar - Soltó, apoyándose en los casilleros.

-No creo eso - Comentó Hyein, rascándose la cabeza.

-Yo tampoco - Dijo Hanni, apoyándola, aunque comenzó a sonreír cuando vio a su chica acercándose.

Minji, al ver a Hanni mostró una gran sonrisa y al acercarse las dos se saludaron con un beso en los labios. Minji le hizo un cabeceo a Hyein como saludo y luego miró con reproche a la rubia. Danielle se encogió ante esos ojos miel.

-Eres una gran idiota, rarita - Soltó mientras Danielle bufaba.

-No vengas tú también. Ella me iba a rechazar y no le iba a dar la satisfacción de hacerlo - Se defendió, cruzándose de brazos y Minji la miró como si fuera idiota.

-¿Eres ciega? - Preguntó, un poco indignada y luego volteó a ver a su chica - ¿Tu amiga es tonta de nacimiento o qué?

-Ella siempre ha sido así - Hanni se encogió de hombros mientras entrelazaba sus dedos con los de Minji.

-Ya déjenme - Intentó irse, pero, a los pocos minutos, aquella chica de primero la llamó.

-Hola, Danielle - La saludó, con una sonrisa brillante y Danielle apenas si se mostró feliz.

-Hola - Se iba a ir cuando Lily la tomó de la mano - ¿Quieres algo?

-Yo... Bueno, después de todo, me preguntaba si tú... Eh - Estaba un poco nerviosa y su piel blanca le hacía parecer un tomate en estos momentos.

Danielle, un poco aburrida, vio que varias personas las miraban y parecían entretenidos.

-¿Tú... Necesitas? - Intentó ayudarla y la chica se sacudió un poco, para avisparse.

-¿Quería ver si ibas conmigo al baile de invierno? - Preguntó, un poco tímida, y todos observaron, esperando a que ella respondiera. Danielle parpadeó.

-Bueno... Yo... En realidad - Se calló al ver a Haerin cerca de ellas, con el ceño fruncido.

Sus labios estaban apretados y ahora todos miraban a las dos chicas, esperando el drama.

Danielle no respondió, seguía mirando a Haerin. La pequeña de primer año ya se estaba desesperando y sacudió por el hombro a Danielle, que por fin salió del estupor y dejó los ojos chocolate.

-¿Vas conmigo, Danielle? - Le preguntó, un poco preocupada, ya que allí estaba Haerin y no la miraba con buena cara.

-Yo... Claro - Respondió, mirando otra vez a la pelinegra, quien abrió los labios y cerró los ojos, antes de darse la vuelta e irse por el pasillo.

-¿Sí? ¡Gracias! Te voy a dar la dirección de mi casa - Dijo Lily alegremente mientras en un papel le escribía la dirección, dándole un beso en la mejilla a Danielle y al instante se fue con sus amigas.