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Al fin era jueves, eso quería decir que faltaba un día para el viernes y pronto el tan anhelado fin de semana. Danielle se encontraba un poco más feliz, de alguna forma. Últimamente sentía que tenía una ventaja sobre la pelinaranja, y era molestarla.

Seguía sin comprender por qué la pelinaranja terminaba rabiando pero cada vez que Danielle le hablaba lindo a una chica o era muy coqueta con un chico, Haerin la miraba como si fuera a jalarla por los pelos.

Hoy en la mañana, en el laboratorio de Biología, había sido alucinante pero no del todo, ya que terminó con encéfalo de vaca en su cabello.

Ella tenía como compañera de mesa a Minjeong, única chica linda de su clase. Nunca habían hablado mucho pero hoy decidió ser muy encantadora con ella y, extrañamente, la chica le habló muy animadamente. Recuerda aún cuando dijo un comentario sobre sus ojos y la chica se sonrojó. Danielle se felicitaba interiormente, no sabía que tuviera algún talento para coquetear y menos con las chicas.

Miró divertida como toda la clase Haerin cortaba el encéfalo prácticamente clavando el cuchillo en la tabla mientras observaba a Minjeong, luego la fulminó con la mirada a ella y Danielle prefirió mantenerse alejada. Había sido el colmo cuando Minjeong, con más confianza, había dejado un beso en la comisura de los labios de Danielle, al despedirse. Antes de que pudiera hacer algo, Danielle sintió un objeto pegajoso en su cabello. Era un tentáculo del animal que habían acabado de disecar y Minjeong también tenía varios pedazos.

Haerin estaba riendo con sus amigas e hizo una cara de "Yo no fui" tan falsa, que por esa razón Danielle no le dijo sus cinco palabras. Pero igual seguía feliz, porque al salir y limpiarse, cuando volvió se encontró con que Minjeong estaba hablando con una amiga suya a lo lejos y Haerin debía ser quien ayudara a la rubia.

Le pareció perfecto, duró una hora entera escuchando los insultos de la pelinaranja cuando ella se equivocaba y también como rodaba sus ojos, sus hermosos ojos. El problema era, que después de salir de aquella burbuja, cayó en cuenta de todo ¿Qué coño estaba haciendo?

No intentaba llamar la atención de ella, solo le gustaba fastidiar a Haerin porque era muy perra con sus amigas. Sí, sí, debía de ser la razón. O eso mismo se dijo mientras iba al salón, para su sorpresa no encontró a ninguna de sus amigas ¿Dónde podrían estar?

Intentó ir por los pasillos, buscándolas, y decidió ver al campo de fútbol. Las tres estaban allí, observando a los chicos entrenar y todos, incluso Yeonjun, lucían muy bien con el uniforme azul y el casco.

Hanni comía unas papas de su bolsa mientras sus piernas estaban estiradas hacia delante, Hyein y Chaewon charlaban distraídamente de temas triviales.

-No sabía que iban a estar aquí - Dijo, sentándose junto a Chaewon y observándolas.

-Claro, se supone que hoy dan los resultados.

-Todas debemos estar aquí y ustedes, que son mis fieles amigas, también - Dijo la pelicorta, encogiendo los hombros. Después se acercó un poco más, susurrando - Además, creo que tengo un flechazo por una porrista.

Se refería a la chica de cabello negro y ojos café, esa era Kazuha. Danielle aún la recordaba, ya que fue ella quien una vez el año pasado le tomó una foto cuando estaba bañada en pintura, obviamente por una broma de Haerin.

-¿Kazuha? Es una idiota - Afirmó y la chica hizo una mueca.

-Tú también te fijas en la gatita idiota y yo no te digo nada. Gustos son gustos, querida - Dijo, cruzándose de brazos y mirando divertida a su amiga, que tenía un rubor delatandola en las mejillas.

-Yo no me he fijado en nadie - Rebatió Danielle, muy a la defensiva, y Hyein se río en su cara.

-Oh, para nada chica babeo-por-la-coreana-en-uniforme, lo dejaste bien claro - Robó una papa de la bolsa de Hanni y esta se quejó.

RIVALES | DAERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora