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Danielle se encontraba tranquilamente sentada en el sofá, era cómodo, mientras esperaba a Haerin. Después de un rato sintió que alguien la vigilaba y cuando fue a confirmar, cerca del marco de la sala, había asomada una pequeña cabecita castaña, observándola. Parecía querer acercarse y la miraba con los ojos brillantes y repletos de curiosidad, Danielle quería hablar con ella. Era muy linda como para no hacerlo.

-Hola, Yejin. Yo soy Danielle, una... Mmm, compañera de tu hermana - Dijo, un poco insegura, acercándose a la niña, ella no se movía.

-Me llamo Yeji, no Yejin - Dijo con la vocecita altanera de su hermana, Danielle hizo una mueca y una sonrisa apareció en el rostro de la niña.

-Te ves graciosa.

-¿Crees que soy graciosa, Yejin? Dijo, avanzando paso a paso y la niña sonrió, asintiendo - ¿Te puedo decir así?

-Sí, me gusta. Me hace sentir bonita - Respondió, aún con una sonrisa, al ver la manera en que caminaba la rubia.

-Tu eres bonita, Yejin - Aseguró la chica y los ojos de Yeji parecieron iluminarse.

-¿Sí? - Preguntó emocionada y comenzó a hacercarse también, llevaba a rastras su osito gris en una mano.

-Sí, lo eres y... ¡Ahhh! - Se sentó en el piso, tirando un poco brusca su mano hacia su cabello golpeándose de paso en el ojo - Ay.

Yeji comenzó a reír mientras la rubia se sentaba, la niña fue hasta las piernas de Danielle y se sentó en su regazo, mirándola con una mezcla de curiosidad y emoción.

-¿Te estás riendo de mí, Yejin? - Preguntó Danielle con diversión, mientras observaba el rostro feliz de la niña.

-Sí, eres muy tontita - Dijo, riendo con la lengua entre los dientes y Danielle casi se desmaya de la ternura, era la misma expresión que hacía Haerin.

La niña colocó sus dos manitas en cada mejilla de Danielle, acercándose - Tienes unos lindos ojos.

Danielle solo pudo reír, la pequeña castaña la veía con intensidad, sus ojos eran muy hermosos también, pero no tanto como los de Haerin.

-¿Te gustan? - Preguntó y la niña asintió enérgicamente, aún sin soltarle el rostro.

-A Haerin también le gustan, siempre habla sobre unos ojos que la vuelven loquitaaa - Dijo canturreando y Danielle se ruborizó, Yeji comenzó a reírse emocionada mientras aplaudía - Y eso hace cada vez que papá le dice tu nombre - Dijo, refiriéndose al color rojo en las mejillas de la mayor.

-¿Papá? ¿Tú papá me conoce? - Preguntó incrédula, con el corazón en la garganta.

-Nop, pero algún día quiere hacerlo. Pero, yo te conocí primero, ¿verdad? - Preguntó y la rubia asintió, logrando que la niña sonriera más - Este es mi osito, se llama Washington - Dijo, levantando al osito gris, se había sentado aún más entre las piernas de Danielle y parecía cómoda, mientras abrazaba al peluche.

-Es muy lindo, parece de verdad - Dijo, sintiéndose tonta, pero era lo primero que había pensado.

-¡Yo también dije lo mismo! - Exclamó la niña, volteando a ver a la chica con adoración en esos ojos cafés ¡Al fin alguien que la entendía! - Vamos a ver a Kyujin, está haciendo mi comida favorita.

Se levantó y tomó a Danielle de la mano, en la otra llevaba a Washington, obligándola a pararse y guiándola a la cocina. Danielle sentía miedo de que Haerin la fuera a retar, pero los ojos cafés de la pequeña castaña la derretían por dentro, estaba dispuesta a soportar las consecuencias.

-Está haciendo nuggets ¿a ti te gustan? - Preguntó Yeji, entrando a la cocina y mirando a Danielle.

La chica sonrió a Kyujin, que contemplaba la escena con diversión.

RIVALES | DAERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora