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En estos momentos Danielle podría decir que estaba feliz. Era el primer día en toda la semana que estaba tranquila con sus amigas, esperando entrar al cine. Los días anteriores las tres chicas, especialmente ella y Hanni, habían sido atormentadas por las chicas del Instituto. Se podría decir que era una venganza por lo de la última vez, pero esas chicas eran muy resentidas, demasiado. La mayor parte de sus recesos terminaban en el baño o comiendo detrás del edificio.

Por fin hoy era sábado y tenían un poco de paz, o al menos sus dos amigas, ya que Danielle no podía quitarse de la cabeza a una egocéntrica chica de hermosa sonrisa y ojos chocolate. Especialmente esta semana tuvo una actitud muy irritante. En los pasillos de la escuela siempre se burlaba de ella y en la biblioteca, a pesar de que habían pasado días, no se acercó a hablarle ni una sola vez y por demás, ahora estudiaba mirando hacia la ventana y dándole la espalda a Danielle. Ella se convencía a sí misma que el cambio de actitud en Haerin era simplemente porque quería ganar más popularidad. Debido a que era imposible que fuera por ella, y más porque no había hecho nada que enfadara a la castaña.

También decidió ignorarla y disfrutó de la película con sus amigas. Suspiraban las dos al ver a la protagonista, Wednesday, en cambio Danielle solo se mantenía en silencio. Tomando en cuenta que era tan sólo una cría de catorce años, aunque dentro de un mes, después de acabar las clases, cumpliría los quince.

Todo se fue al garete, al salir de la sala de cine.

-Chicas, ¿quieren ir al baño? - Preguntó Hyein, sorbiendo el refresco por la pajilla.

-No, ¿y tú? - Le preguntó Danielle, divertida al ver a su amiga asentir frenéticamente.

-Pues claro, si te tomaste tres vasos.

-Las palomitas me dejaron sedienta - Dijo, botando el pote en una papelera, después comenzó a balancearse sobre sus talones mientras les decía.

-Ya vuelvo, iré a depositar.

Eso logró que Hanni hiciera una mueca y riera seguidamente. Danielle estiró los brazos y en verdad tenía frío, a pesar de que llevaba una chaqueta encima, la pelinegra sonrió al escuchar lo que dijo su amiga. Ella y sus comentarios eran peor que la propia Danielle. Se podría decir que Hanni era la más inocente del grupo aunque ella a veces no se quedaba atrás.

-Oh, mierda - Murmuró Hanni mientras sus mejillas se encendían, debía de ser grave ya que eran pocas las veces en que su amiga maldecía.

-Son ellas - Le susurró a Danielle acercándose, observaba hacia un punto frente a ellas.

Danielle intentó buscar a quien se refería y observó con horror que allí estaba el pequeño grupito del colegio. Obviamente reconoció a Haerin primero - claro que lo primero que pensó era que estaba hermosa y el corazón comenzó a latirle con fuerza, era muy imbécil la niña - Después logró ver a Yeonjun, uno de los chicos que la fastidiaban en el colegio, a Taehyun junto a otra chica rubia y obviamente a Yunjin y Minji. Intentó parecer segura, para así no preocupar a su amiga, pero no pudo evitar sentir miedo. Sólo esperaba que ellos aún no las hubieran visto.

-Descuida, Hanni. Ellas... - No pudo terminar de hablar ya que su amiga no la escuchaba.

Sus ojos cafés estaban clavados en Minji, que en esos momentos reía por algo que había comentado Yunjin. Hanni parecía realmente hipnotizada, mirándola, y Danielle tuvo que sacudirla por el hombro para que volviera su atención a ella.

-¿Estás bien? - Alzó una ceja y Hanni negó con la cabeza.

-No quiero que nos vean - Dijo en un tono bajito, su cabello morado en una coleta la hacían lucir muy inocente.

-Descuida, ellas no nos... - Se calló, al ver cómo los ojos de Haerin se posaban en ella por accidente.

La miró sorprendida, como si en verdad no hubiera esperado encontrarla allí, en el cine.

Al menos Danielle podía estar segura de que ellas no las seguían para fastidiarlas fuera de clases. Sin poder evitarlo comenzó a sentir cosquillas en su estómago y quiso golpearse mentalmente.

Sólo estaba nerviosa porque le hicieran algo a Hanni, debía ser eso. No podría haber otra cosa que explicara su nerviosismo. Cuando Minji las observó, al igual que agua caliente, Hanni se apartó de Danielle y comenzó a jugar con sus manos. La sonrisa de Haerin fue más pronunciada al ver a la pelinegra, le comentó algo a los chicos y estos al verlas, comenzaron a reír entre ellos.

Danielle sintió sus piernas temblar, percatándose que caminaban hacia ellas. Debía de hacer algo, había sido un día increíble y ahora se iba a arruinar. Haerin, mientras caminaba y hablaba con Yunjin, observaba fijamente a Danielle con una sonrisa coqueta. Ella era muy linda. Llevaba un vestido corto junto con una casaca de jean y observaba a Danielle como si se tratara de un pequeño animalito acorralado.

-¡Danielle, amiga mía! - Dijo una voz masculina a sus espaldas mientras un brazo se posaba en sus hombros. Era un chico muy guapo de cabello azul y ojos de color café claro, llevaba una camiseta blanca y observaba a Danielle con diversión.

-¡Hanni! - Otra chica, con el cabello rubio y puntas azules y los ojos de un similar color café al chico, abrazó a Hanni.

Las dos chicas estaban tan sorprendidas que no hicieron nada. El grupito se detuvo, al ver a los dos desconocidos que estaban junto a las chicas. Yeonjun murmuró algo y Minji observó a Hanni. Volvió a hablar, observando a la chica que se colgaba de ella mientras Haerin y los demás lo escuchaban. Casi de inmediato apareció Hyein, sonriendo.

-¡Oh, chicas! Veo que ya conocieron a mis amigos - Dijo alegremente mientras observaba al grupo con intención.

-Es un gusto, me llamo Chaewon - Se presentó la chica, acercándose a Danielle y dándole un beso en la mejilla.

Haerin hizo una mueca similar a la reacción que tendría alguien de haber chupado un Limón.

-Yo soy Soobin - Se presentó el muchacho atractivo, llegando a donde Hanni y plantando un suave beso en el dorso de su mano. Minji hablaba con los labios apretados. Al final, el grupo se dio la vuelta y se fueron. Las dos chicas suspiraron y observaron a los hermanos como si fueran ángeles del cielo.

-Gracias, muchas gracias - Hanni se lanzó a abrazar a Chaewon, así de adorable era la pelimorada y la chica la recibió con gusto.

-Nos han salvado de una buena - Dijo Danielle y le dio una mirada significativa a Soobin, este le sonrió encogiéndose de hombros.

-Mi buena amiga, Hyein, nos dijo que necesitaban ayuda y eso hemos hecho. No hay que agradecer.

-Gracias a Dios me los encontré. Se supone que los iba a ver mañana pero, miren la sorpresa - Dijo abrazando a sus dos amigos de la infancia y luego fue hasta sus amigas, rodeando la cintura de cada una con sus brazos.

-Gracias por salvar a mis chicas, no hubiera podido yo sola con esos idiotas.

-parecían unos nenes, aunque la chica rubia no estaba mal - Dijo Chaewon con una sonrisa pícara y su hermano río.

-Eres imposible - Dijo y las otras estuvieron de acuerdo.

Fueron hasta una pizzería, para la satisfacción de Danielle, y duraron una hora hablando y riendo entre ellos. Eran amigos de Hyein desde hace años y llevaban un tiempo que no se veían. El próximo año iban a entrar al Instituto de ellas y habían llegado a la ciudad para pasar las vacaciones.

Danielle estaba feliz por tener a otros dos amigos en el Instituto. Así sería más fácil, pero, también esperaba a que fueran vacaciones. Quería divertirse al máximo y, al ver que sus amigas la invitaban a pasar los días que quisiera en sus casas, la hizo más feliz.

Sinceramente los dos hermanos kim eran agradables y muy graciosos. Solo esperaba que el lunes el grupito no fuera a hacer algo malévolo, más de lo normal, hacia ellas por lo sucedido hoy. Teóricamente ellas no habían hecho nada, así que no podían, pero conociéndolos algo iba a suceder.


RIVALES | DAERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora