-¿Sesión de estudio? - Minji observaba a su mejor amiga guardar sus libros en el casillero.
-Eso mismo, Min - Haerin respondió, rodando los ojos.
Estaban en pleno pasillo, era la última hora de clase. Minji intentaba convencer a su mejor amiga para que la acompañara a su casa esta tarde. Haerin se había negado, en este mes matemática empezaba a dificultarse y, a pesar de ser inteligente, quería quedarse unas horas en la biblioteca repasando las clases de la semana.
La castaña quería tener una noche de películas, pero la pelinegra insistía en tomar la tarde para los estudios.
-¿Y en dónde piensas estudiar? - La chica de ojos miel hizo un mohín.
-En la biblioteca, Minji - Al ver los ojos confundidos de su amiga, le sonrió divertida - Si no sabes, es una habitación con estanterías y mesas donde hay una gran cantidad de libros...
Minji la detuvo, alzando la mano frente al rostro de la pelinegra, torciendo la boca un poco ofendida.
-Sé lo que es una biblioteca, Haerin - Bufó al escuchar la risa de la pelinegra.
-¿Entonces?
-Me refería a que ¿no podrías estudiar en mi casa? Es lo mismo - La castaña alzó los brazos.
Haerin negó suavemente con la cabeza, colgándose la mochila en el hombro.
-No podría concentrarme.
-¿Y por qué?
-¿Tú me dejarías estudiar en completo silencio y sin hablarme una sola vez en toda la tarde? - Le dijo alzando una ceja, Minji mantuvo la boca cerrada - ¿Ves? Prefiero ir a la biblioteca.
Minji aceptó a regañadientes, alegando que aquella tarde pensaba comer un gran tazón de helado de fresa y galletas sin ella.
La castaña sintió una lágrima caer, ella también quería helado y galletas, pero a duras penas aceptó su destino y fue pesadamente esa tarde a la biblioteca.
Planeaba vengarse de Kim Minji, tal vez encerrándola en su baño mientras ella comía una caja entera de pizza al lado de la puerta. Sonrió, más animada por su malvado plan. Esperaba pasar una horas tranquila, en estos días no muchas personas acudían a la biblioteca así que estaría prácticamente sola, y con la bibliotecaria, pero a quien le importa.
Al llegar a la entrada sintió como su corazón le subía a la garganta, como un acto de reflejo se ocultó detrás de la puerta, respirando rápidamente. Cuando ya estaba levemente calmada, respiró profundamente y asomó la cabeza para observar nuevamente. En unas mesas más lejos estaba Marsh Danielle, de espaldas, pero Haerin podía reconocerla. Digamos que era bastante fácil reconocer ese cabello pelinegro entre todos los estudiantes.
Aparte, ¡era Marsh Danielle!
Se preguntaba en qué momento le había tomado importancia a lo que vestía Danielle, y solo que solo la había visto una vez en el día.
Haerin sintió la tentación de irse, estudiaría otra tarde y así comería helado en la casa de su amiga. Pero ella quería estudiar, no se iba a privar de hacerlo solo porque la tonta de Marsh Danielle estaba en la biblioteca.
Bastaría con ignorarla y ya, no tenía por qué sentirse cohibida por ella de todas formas. La perdedora era la pelinegra, no ella.
Con la barbilla en alto y la espalda recta, para mostrarse segura, fue hasta una de las mesas junto a la ventana. En ningún momento observó a Danielle, no le daría la satisfacción de que la chica fuera consciente de la atención extra que le daba la castaña. Con orgullo abrió su libro de cálculo y empezó a estudiar, anotando fórmulas.
ESTÁS LEYENDO
RIVALES | DAERIN
FanfictionDanielle Marsh comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus compañeros, entre un grupito de chicas que la fastidian conocerá a la popular Kang Haerin. Durante varios años comienza una gran rivalidad entre ellas. Ambas se odiaban a muerte o al...