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Danielle estaba vuelta loca, era fin de semana y desde el miércoles no tenía noticias de Haerin. La chica llevaba todos esos días sin ir a la escuela, cuando por fin agarró valentía para preguntarle a Minji, en realidad sólo pudo porque Hanni la acompañó, se enteraron de que la bajita estaba enferma. Al parecer había pescado un resfriado.

Yeonjun ya había vuelto a la escuela y Danielle siempre intentaba evitarlo.

Pero hoy, sábado, había recibido una llamada de Kyujin en la cual la invitaba a ir de improvisto a su casa para sorprender a Haerin y Yeji. La rubia aceptó, aunque pudo notar una segunda intención en las acciones de Kyujin, tuvo un mal presentimiento al salir de la casa y de alguna forma, se sentía ansiosa. Algo iba a ocurrir hoy, o eso era lo que pensaba mientras caminaba a la casa de Haerin.

Llevaba una bolsa de galletas Chips en su mochila ya que eran las favoritas de Yeji, también tenía la excusa de que la profesora de Química le había enviado la tarea a la pelinegra junto con Danielle. La rubia aceptó gustosa el favor. Se había vestido con unos jeans oscuros, una camisa de tiras blancas y una casaca jean que siempre le había gustado y estaba cómoda como para no incomodarse con el yeso. Lucía bien, o eso pensaba, y al llegar a la puerta suspiró varias veces antes de tocar.

Miró extrañada los carros de la entrada y abrió los ojos con horror.

Pero ya era tarde, una mujer de cabello castaño abrió la puerta, sus ojos extrañamente eran de color café oscuro y miraron a Danielle con curiosidad.

-Hola, ¿qué desea? - Preguntó, con una voz suave, notó los nervios de la chica de ojos marrones.

-Buenas tardes, yo... Bueno, soy compañera de Haerin y... Venía a traerle los deberes de Química... Y, ehhh... Kyujin también... ¿Está Kyujin? - Preguntó, muy nerviosa, ya suponía quien era la mujer por el gran parecido con las chicas o al menos en las expresiones.

-Claro, pasa querida, ya le aviso a Kyujin - Dijo, haciéndose a un lado para que entrara y examinando a Danielle con extrañeza, como si intentara reconocerla.

Danielle entró y quedó en la entrada con la mujer que seguía viéndola, era muy hermosa y enseguida sus ojos se encontraron, ella le sonrió.

-Es un gusto, mi nombre es Jennie y tú debes ser... - Preguntó, extendiendo una mano que Danielle estrechó educadamente.

-El placer es mío, me llamo...

-¡Cuñis! - Gritó Kyujin desde la cocina mientras la saludaba, su rostro estaba cubierto de harina.

Se escucharon unos pasos apresurados desde la sala y apareció Yeji, sosteniendo el mando del play, sus ojos brillaron al ver a la rubia y salió corriendo para abrazarla.

-¡Cachorrito! - Dijo alegre mientras Danielle se inclinaba y la cargaba en sus brazos, la niña le rodeó el cuello y se abrazó a ella.

Luego, más ruidos desde el cuarto de arriba y al inicio de la escalera apareció una muy desarreglada Haerin, que parecía haber pegado una carrera, llevaba el pijama con su cabello revuelto y las mejillas rojas del cansancio.

-¡Danielle! - Dijo, sorprendida, y sus ojos se abrieron al verla junto a su mamá, no dijo nada.

-Wow, parece que ya todos te conocen menos yo - Dijo Jennie alegremente mientras veía divertida a sus tres hijas, luego quedó seria, procesando lo que acababa de escuchar, hasta que abrió los ojos y sonrió abiertamente - ¿Tú eres Danielle?

-Eh... Sí, es un gusto - Dijo, sonriendo tímidamente, parecía saber de ella.

-Oh, querida. Al fin...

RIVALES | DAERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora