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El día fue normal.

Hasta el momento nadie las había molestado y aquello era bueno, o eso pensó la rubia, hasta que llegaron a la cafetería durante la hora de almuerzo. Llevaba la mochila en su espalda y hablaba con Hanni, intentando distraerla por si se encontraban con Minji. Danielle no había parado de sonreír en todo el día.

-Nosotras buscamos la comida y ustedes dos cuiden la mesa - Les dijo Hyein guiñándole a Hanni, se fue con Chaewon, dejándolas a ellas dos.

-Bueno, ¿sabías que, según Chaewon, Kazuha besa con lengua? - Preguntó, mientras se sentaban en una de las mesas, Hanni la miró, alzando una ceja.

-Ya sé lo que intentas hacer, Danielle - Dijo, acomodando sus brazos sobre la mesa, Danielle abrió los ojos.

-¿Ah, sí? Porque hablo en serio, es la palabra de Chae contra la nuestra.

-Descuida... Yo aún no la he visto y cuando lo haga... Igual la voy a ignorar - Dijo, bajando el rostro y Danielle la hizo alzarlo, sujetándola por la barbilla.

-Ambas sabemos que esa es una gran mentira - Dijo, viendo como su amiga rodaba los ojos - Ella es una idiota.

-Sí, es una idiota - Repitió Hanni, sonriendo.

Durante estos meses Hanni le había hablado sobre Minji y habían tomado como terapia decir que era idiota, cada vez que se sintiera mal. Hablaron durante un rato, hasta que sintió la voz de Yeonjun en su oreja.

-Hola, rarita - Saludó, rodeándole el cuello fuertemente con el brazo, Danielle tosió varias veces - ¿No te gustaría comer con nosotros?

-No... Suéltame - Dijo, apretándole el brazo, pero Yeonjun no la soltaba.

-Déjala - Hanni le dijo, levantándose y queriendo darle una cachetada.

-Vamos, Marsh. Todos te esperan - Agregó el chico, levantándose y arrastrando a la rubia con él, Danielle parecía necesitar con urgencia respirar mientras la llevaban a la mesa.

-¡Oye! - Le gritó Hanni y los siguió.

-Aquí estamos - Dijo Yeonjun, sentando a Danielle en la silla, junto a Beomgyu, aún rodeando el cuello de la chica.

-¡Danielle, que sorpresa! - Dijo Beomgyu, riendo al ver el rostro rojo de la rubia.

Danielle apenas si podía respirar e intentaba soltarse del brazo de Yeonjun alrededor de su cuello. Observó que justo frente a ella estaba sentada Haerin, que la observaba con los ojos abiertos y una notable preocupación en ellos.

-Yeonjun, déjala en paz - Dijo, observando con enojo a su novio, él se río cínicamente.

-Amor, ¿no te das cuenta de que la rarita es una invitada mía? No le estoy haciendo nada.

Danielle no opinaba lo mismo y cerró los ojos por un momento, ya que se sentía tremendamente mareada.

-¡Suéltala, la estás ahogando! - Gritó Haerin y Yeonjun la soltó con fastidio, Danielle comenzó a toser.

Se sujetaba la garganta mientras observaba de reojo a Haerin.

La pelinegra parecía querer acercarse para frotarle la espalda, pero todos estaban mirándola. Haerin tuvo que resistir la urgencia de tocarla y apretar las manos sobre el regazo, sin dejar de mirar los ojos marrones.

-Hanni... - Murmuró Danielle por debajo, pero no vio a su amiga.

Logró encontrarla, al verla salir por la puerta de la cafetería, seguida de Minji. Danielle se preocupó e intentó irse, pero Beomgyu le capturó la mano y la obligó a sentarse.

-¿A dónde vas, bonita? - Le dijo, sosteniendo su mano entre las suyas mientras Danielle seguía tosiendo.

Haerin clavó sus ojos asesinos en Beomgyu y este de inmediato soltó la mano de Danielle, sentía un frío helado recorrerle el cuerpo y podía jurar que eran por los fulminantes ojos de Haerin.

-¿Ibas con tu novia? - Preguntó Yeonjun, riéndose, al ver la pobre cara de Danielle.

Danielle comenzó a negar mirando a Haerin a los ojos, quería asegurarle que no tenía novia y al hacerlo, Haerin sonrió de forma alegre. Yeonjun se dio cuenta de eso y la llamó.

-Amor, ¿sabes que te amo? - Le dijo, dándole un guiño y Danielle hizo una mueca, quería irse.

Adiós a mi desayuno, pensó Danielle.

Haerin no lo miró ni una sola vez y asintió, sonriendo.

-Yo también te amo - Dijo, mirando fijamente a Danielle a los ojos, la rubia sintió la piel cosquillearle y el corazón en la garganta, ¿se lo estaba diciendo a ella?

Haerin, después de haberlo dicho, abrió los ojos y se sonrojó como una loca, agachó el rostro y comenzó a balbucear - Yo... Mmm... Supongo... Bueno... También... Claro - Terminó con la cara roja, Yeonjun frunció el ceño, observando como las dos chicas se miraban.

-Bueno, rarita. Me contaron por allí, que estás enamorada - Comentó Yeonjun, burlón, y logrando que todos en la mesa soltaran un "Uhhh"

Haerin no la dejó de ver ni un segundo.

-Yo... Bueno, no te importa - Dijo, con el rostro sonrojado e intentó irse de nuevo, Yeonjun la tumbó por los hombros y la hizo sentarse.

-¿Quién es? Confiesa, ¿es Pham? - Preguntó burlón, observando a su novia con intención.

Danielle lo pudo ver, en los ojos chocolate había dolor.

-No y si fuera así no te lo diría - Gruñó, para luego volverse a ver a Haerin, la pelinegra le devolvía la mirada y no escuchaba a nadie más.

Yeonjun se estaba sintiendo amenazado por la estúpida cara que hacía su novia al ver a la rubia, no le gustaba la manera en que se miraban y su orgullo masculino estaba siendo dañado.

-¿No tienes amigas? Podrías largarte de una vez - Le dijo, irritado, mientras iba al lado de su novia y se sentaba junto a ella, rodeándole los hombros con el brazo.

-Pero, tú... - Comenzó confundida por su actitud y sus ojos marrones se volvieron fríos, al ver el brazo del chico sobre Haerin.

Yeonjun sonrió triunfante, pero, no duró mucho, cuando Haerin se revolvió incómoda y se alejó un poco del chico, quitando el brazo sobre su hombro. Él la miró sorprendido y después con enojo a la causante de todo eso, que ahora sonreía.

-Quita tu asquerosa cara de mi vista, antes de que te la rompa en dos - Amenazó y Danielle abrió los ojos, intentando por todos los medios levantarse.

-¡Yeonjun! - Lo reprendió Haerin, mirándolo con reproche y después volteó a ver a Danielle, que ya se había ido, y soltó un suspiro.

Danielle salió corriendo rápidamente de allí, para volver a su mesa, ¿qué le ocurría a ese idiota? ¿Estaba en sus días o algo así? Que bipolar, fue mucho para el gusto de Danielle, que seguía un poco alegre por haber visto a Haerin. Lo mejor de todo era que esta vez no le había insultado. Tal vez, este lograra ser un gran año.

RIVALES | DAERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora