Extra #3

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A Haerin no le interesaba en lo más mínimo Choi Yeonjun, era atractivo pero nada más.

No parecía pensar en otra cosa que no fuera él mismo, seguramente su cerebro era del tamaño de una nuez, considerando que reprobó informática.

¡¿Qué clase de idiota suspende informática?!

Pero allí estaban, otra vez, frente al casillero de la castaña con el muchacho rogándole por salir a tomar un café.

¿En serio? ¿Un café? ¿No pudo pensar en algo más original? Además, el corte de pelo que llevaba lo hacía parecer un pincho, sin ánimo de ofender.

-¡Vamos, Haerin! - La castaña guardaba sus libros, dándole la espalda, razón por la cual el chico no pudo verla rodando los ojos - No te resistas, sal conmigo, ¿sabes cuántas chicas se mueren por esta oportunidad? - Se peinaba el cabello con las manos y sonreía de forma burlona pero irritante.

Le recordó a la sonrisa divertida que casi siempre mostraba Danielle, la castaña sacudió la cabeza. Claro que no, la sonrisa de Danielle era miles de veces más encantadora y le hacía sentir piruetas extrañas en el estómago. Un tema que, desde hace unos meses llevaba molestando a Haerin como también molestándole. Era un fastidio, no podía estar en la misma habitación que la pelinegra sin sentirse insegura y nerviosa.

¡Así no era ella! ¡Kang Haerin no actuaba así y menos por una chica!

Danielle era tan...

¡Agh!

Ni siquiera quería pensar en ella las veinticuatro horas del día ¡no caería tan bajo! Volvió a ver al chico, frunciendo el ceño al verlo pero aún así sonriendo ya que eran amigos, y por mucho que la irritara debía tratarlo bien.

-No, Yeonjun. Ya te dije, no quiero salir con personas del grupo - Sonrió coqueta antes de colgarse la mochila al hombro.

Yeonjun se acercó a ella, queriendo acorralarla contra los casilleros, pero la castaña colocó una mano en su pecho, alejándolo.

-Haerin, te aseguro que conmigo vas a pasarlo de maravilla - Afirmó con ojos seductores y relamiéndose los labios, Haerin torció la boca, pensándolo - Es una tontería que digas eso, no importa si soy del grupo o no, eres muy linda y quiero llevarte a salir ¿no entiendes?

Haerin se le quedó mirando, pensando seriamente si aceptar o no. Su mamá le había dicho que a esta edad empezarían las citas con los chicos, todo el rollo de los novios y esas cosas. No estaría mal, ¿verdad?

Yeonjun era guapo, de buena familia, popular y seguramente el próximo año se uniría al equipo de la escuela. Era un buen partido.

Además, le había dicho que era linda, Haerin sonrió aunque de todas formas pensaba negarse. Esperaría unos años más, aún no estaba interesada en el romance en su vida.

-Mira, Yeonjun, quiero aclarar que... - Comenzó a hablar, intentando no apartarlo, con su dedo empezó a trazar la mandíbula del chico que sonreía idiotizado, pero se interrumpió al escuchar risas.

Los dos voltearon, en el pasillo estaba el grupo de Danielle y sus amigas. Haerin las miraba, intentando entender que era lo gracioso y quedando desconcertada por pensar en lo linda que se veía la pelinegra con las mejillas sonrojadas y los ojos cerrados mientras se carcajeaba.

-¡Pero, Danielle! No puedes, tú mamá no va a estar de acuerdo - La pelinegra, Haerin recordaba que se llamaba Hyein, le dio un empujón en el hombro.

-Haerin - El chico intentó hablar, pero Haerin lo calló colocando un dedo en sus labios, quería escuchar.

-Shh - Siseó.

RIVALES | DAERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora