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Estaba muy nerviosa, por fin estaban acabando las clases, este mismo día se graduarían de secundaria. Tenía las uñas dañadas de tanto morderlas durante las últimas horas, era obvio ya que tendría que recibir un diploma frente a todo un público. Este año, en la opinión de la rubia, había sido el mejor de todos. Después del baile de invierno las cosas habían funcionado de maravilla, su primera cita con Haerin, a pesar de que fue un desastre cuando la menor se cayó al agua en la playa, fue perfecta ya que al final las dos terminaron riéndose. Eran una pareja muy peculiar, siempre se peleaban por tonterías o discutían por celos, era lo mejor ya que al final las reconciliaciones eran muy intensas, alguna de las dos siempre terminaba en la cama de la otra. Danielle nunca hubiera imaginado lo cursi y tierna que podía llegar a ser una Haerin enamorada, la pelinegra siempre andaba pendiente de ella, cuidándola, haciéndole cariño y sonriéndole tontamente, enamorando aún más a la chica de ojos marrones. Pero después de tantos meses se graduarían, no se preocupaba en no volver a ver a su novia ya que ellas ya lo habían discutido. Las universidades a las que asistirían, por mera casualidad, estaban muy cerca, como a una hora y media de la otra, así que podrían verse prácticamente todo el tiempo. El problema era Chaewon, ella se iría a estudiar medicina a Londres, eso a Danielle le dolía mucho ya que sería como despedir a una hermana.

-Dani, cariño, ¿estás bien? - Escuchó la voz de su novia tras ella, estaba sentada en una de las mesas de la biblioteca.

Otra cosa que había cambiado en su relación y también amaba, se tenían, al igual que antes, apodos cariñosos. Haerin siempre le decía Dani. Pocas veces cuando estaba enojada o celosa era que le llamaba "fenómeno". Danielle no quería admitirlo, pero lo extrañaba un poco.

-Haerin... - Planeaba decirle que todo estaba bien, pero al ver los ojos chocolate de su novia se derrumbó por completo - Me da pena por lo de Chae.

Haerin la miró con ojos dulces, ella sabía lo mortificada que Danielle estaba por la partida de una de sus mejores amigas. Las dos vestían togas azules para ir a la ceremonia de graduación, el color de la ropa hacía lucir de un marrón muy claro los ojos de Danielle.

-Danielle... - Murmuró suavemente, mientras cubría la mano de su novia con la suya, comenzó a trazar tiernos círculos en sus nudillos - Ya hemos hablado de esto, descuida, podrán hablar por FaceTime y cuando puedas la visitaremos en Londres.

Danielle disfrutaba las caricias de Haerin, su piel hormigueaba con su tacto.

-Pero ¿y si dejo de importarle? A veces las distancias rompen relaciones, Haerin - Dijo, recordando todas esas historias de películas que había visto.

Haerin negó varias veces con la cabeza, divertida por el drama de la chica.

-Estás paranoica, amor - Después, se acercó a Danielle para sentarse en sus piernas y rodear su cuello con los brazos, la miró fijamente a los ojos - No hay manera de que alguien se pueda olvidar de lo maravillosa persona que eres, Marsh Danielle.

-¿Lo dices en serio? - Sonrió a Haerin.

-Tan en serio como que Minji casi reprueba biología - Las dos rieron, recordando como la castaña había llegado un día a su casa pidiendo ayuda a Danielle, había interrumpido una gran sesión de besos en el sofá con su novia.

Danielle aún sentía rencor, pero se ofreció a ayudarla.

-¿Ya estás lista para crecer? - La pelinegra estaba peinando el cabello rubio de Danielle con sus dedos.

-Un poco, preferiría volver en el tiempo y empezar de nuevo la secundaria, ¿sabes? - Sacudió la cabeza mientras reía un poco - Pero también recuerdo que ir a la universidad será una etapa nueva y gratificante de nuestras vidas.

RIVALES | DAERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora