CAPÍTULO 72 - UN CORAZÓN DIVIDIDO

26 12 2
                                    

EN EL CAPÍTULO ANTERIOR:

Keigo y Toya se entregan el uno al otro en un encuentro cargado de deseo y pasión, sin dejar que nada ni nadie interrumpa el momento. Entre caricias, besos y gemidos, sus cuerpos se sincronizan en una conexión intensa, olvidando el mundo exterior. Sin embargo, ajenos a todo, no notan la presencia de Takumi, quien, sentado en la oscuridad de la sala, es testigo silencioso de su encuentro. Con el corazón destrozado, incapaz de apartarse del dolor de escuchar a Keigo entregarse a otro, finalmente se rinde ante sus lágrimas. Cuando todo termina, se marcha en silencio, llevándose consigo el peso de una herida irreparable.

 Cuando todo termina, se marcha en silencio, llevándose consigo el peso de una herida irreparable

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La calma en la habitación era absoluta. La fina luz del exterior se colaba por la ventana, iluminando la cama donde Keigo reposaba sobre el pecho de Toya. Ambos estaban desnudos, cubiertos apenas con una manta. El pelirrojo acariciaba el cabello rubio con suavidad, mientras Keigo emitía un sonido parecido a un ronroneo.

Tras unos minutos, Keigo se incorporó y miró a Toya con una fina sonrisa, pero su expresión era seria y cargada de peso.

—Esto está mal...

Toya lo observó en silencio.

—No parecías pensar eso hace un rato, por lo que pude oír —rió el pelirrojo.

Keigo sonrió con tristeza.

—No me refiero a eso... Me refiero a que... Taki no se merece esto. Engañarlo de esta forma... no es justo.

Toya suspiró. Sabía que lo que habían hecho estaba mal, los dos lo sabían. No había excusa aceptable. Pero, a diferencia de Keigo, Toya no sentía culpa.

—Hey... —su voz sonó suave— ¿Esto es serio? Lo que ha pasado...

Keigo suspiró de nuevo. A pesar de todo, y aunque apreciaba a Takumi, no podía ocultar más que seguía enamorado de Toya.

—Lo preguntas como si solo fuese cosa mía... —replicó Keigo.

—No. Me refiero a que, si esto es serio, debemos hablar con Nakamura y contarle todo.

—Lo sé... —murmuró Keigo—. No quiero hacerle daño...

El silencio incómodo se instaló entre ambos. Pero entonces, Toya lo atrajo de nuevo contra su pecho desnudo. Keigo se dejó envolver por su calor, abrazando su torso con fuerza y acurrucándose contra él.

—Iremos los dos —susurró Toya—. No voy a dejarte solo con esto.

—Te lo agradezco, Toya... —Keigo levantó la mirada, buscando sus labios, y con un leve impulso lo besó.

En otra parte de la ciudad, Tenko y Spinner caminaban por la calle rumbo al local de tatuajes. Conversaban de forma distendida, hasta que el pelimorado recordó algo de esa mañana.

—Por cierto, Tenko, esta mañana vi a Takami.

—¿En serio? ¿Cuándo?

—Temprano. Iba corriendo y lo saludé, pero no me oyó.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Porque Te Fuiste (Dabihawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora