PRÓLOGO

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No exageraban cuando la noticia llegó a mis oídos de que el instituto de mi adolescencia había sido reconstruído para ampliar su espacio.

Había tardado casi media hora intentando buscar la entrada, tantas puertas innecesarias que ninguna me había llevado al despacho del antiguo director Rider Wilson.

Este hombre un año atrás fue arrestado por la Shadow League, un grupo de justicieros dirigidos por el detective privado John Leeford, por encabezar un grupo de delincuentes conocido como la Calavera Sanguinaria por utilizar calaveras como casco y sus crímenes sanguinolentos.

Después de lo sucedido llegó una sustituta para su puesto, la directora Rocío Hernández. Sin embargo, no duró ni un año. A causa de diez estudiantes, de los que tendré que ocuparme como mi nueva misión, ella se suicidó.

Los profesores testificaron que ella estaba sufriendo demasiado estrés por todos los problemas que estaban causando esos diez alumnos del instituto, que la llevaron al borde de la locura y se apuñaló.

Tras recorrer un largo y angosto pasillo llegué frente a la puerta. Se me hacía extraño el sitio. Podía haber estado seis años estudiando en este centro y pasados diez años ni reconocerlo.

Detrás del despacho me esperaba el nuevo director y seis profesores que convoqué adrede.

No siempre la culpa lo tienen los estudiantes, los profesores también pueden ser culpables.

Abrí la puerta de golpe asustando a todos, más de uno pegó un chillido o tiró café al suelo.

— ¿Qué está haciendo? — el nuevo director fue el primero en levantarse de la silla — ¿No le han enseñado a llamar la puerta antes de entrar? Además, estamos esperando para una reunión muy importante. Lárguese inmediatamente.

— Noa Palacios, soy la nueva profesora que esperan. — enseñé mi documento de identidad a la vez que tomaba la silla libre.

El hombre se calló, todos se mantuvieron en silencio. Mi presencia intimidaba más que el propio director.

Aún seguía con la apariencia de mi adolescencia que aterraba a todo el mundo. Llevaba mi sudadera negra ancha de confianza y los vaqueros cargo.

— Bueno, ¿segura de que quiere ser la tutora de esos diez macarros? — dudó ante mi voluntad — ... — se hizo un silencio — Está bien, tiene el puesto si tan decidida está. Profesora Palacios, la he aceptado únicamente porque nadie quiere hacerse cargo de esos chicos. ¿Pero qué piensa hacer con ellos?

Le cogí el portátil al profesor que tenía al lado e inserté el pendrive que tenía preparado.

Coloqué la pantalla frente a ellos y les mostré mi plan titulado como La Academia.

Quería que los seis profesores que tenía convocados en la sala se encargasen de repartir su materia como siempre lo han hecho, mientras que yo cada día controlaría sus comportamientos y aportaría mejoras para el desarrollo del estudiante, simplemente iré a ser la tutora.

Vacilaron al enterarse de que este iría a ser mi plan, pero como tampoco tenían otra opción al final aceptaron.

En realidad yo no vine aquí para ocuparme de unos diez rebeldes. Mi misión era la seguridad ciudadana y evitar delitos.

Nada más empezar el curso, antes de las vacaciones de Navidad, un estudiante se atrevió a lanzar una amenaza en medio de una reunión del consejo escolar, con las palabras «Te mataré».

Aparte, seis de los profesores tenían algunos problemas con algunos de los diez estudiantes.

Así, con todos ellos reunidos, podría averiguar quién era el rebelde estudiante, a qué profesor iba dirigido la amenaza, el motivo de esto y evitar que alguien más se suicidara como la antigua directora.

— ¿Y cuál es el resultado que quieres tener al final con esto? — preguntó uno de los profesores, por su chándal tenía pinta de ser de educación física.

— Muy sencilla la respuesta. — le dirigí la palabra — Mejorar el comportamiento de los diez problemáticos y darles una oportunidad cara al futuro. — mentí, yo sólo vengo a investigar.

— Vale, ellos salen ganando. — asintió — ¿Pero qué ganamos nosotros los profesores? Encima ninguno queremos ocuparnos de ellos.

— No hay quien salga ganando o perdiendo. — le corregí — La misión del profesor es darle enseñanza a sus estudiantes y la de ellos es aprender, mi misión será educarlos.

Enfoqué mi mirada en el director para ver cuál era su opinión.

— Vale, de acuerdo. — aprobó mi plan — Empecemos ya cuanto antes con el proyecto de La Academia. Dentro de una semana ya regresarán de las vacaciones. ¿En qué te podré ayudar yo?

Primero, lo que más necesitaba es que los padres firmasen la autorización para que sus hijos abandonen el bachillerato general, que es la modalidad que habían elegido, y darles el permiso de ingresar a La Academia.

Y lo otro es que debo conocer a esos diez estudiantes que serán mis alumnos, mis principales sospechosos.

NOTA DE LA AUTORA:
Os dejaré un orden cronológico por aquí.

Este libro sucede:

— 1 año después de la historia de ZERO, Eri tiene 16 años.

— 20 años después de la historia de Mi Corazón De Cristal, Dylan tiene 36 años.

— 12 años después de Ángel Demonio, Noa tiene 27 años.

— 8 años antes de Hasta El Infierno, Thea tiene 17 años.

No sé por qué pero me dio la gana de crear un mundo existente al mismo tiempo para todos los libros. Que de algún modo estén conectados los unos  a los otros, creo que ha sido a causa del Colacao de la mañana.

Cuídense mucho, hasta la próxima actualización (mañana será), chauu <33

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