CAPÍTULO 9

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Ester Valverde, una estudiante con las hormonas por los aires

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Ester Valverde, una estudiante con las hormonas por los aires.

Lo único que no la impide venir al instituto son los profesores, no tiene otra vocación que ir a clases para coquetear con ellos.

Le presta más la atención al profesor que a las clases. No le importa lo que digan, sólo viene a verles.

No aprueba las asignaturas, si lo hace es porque el profesor se ha encaprichado con ella.

No puede aprobar por sí misma, por eso, en matemáticas tuvo un problema con su profesora Álgebra.

Ester utiliza sus métodos para ligar con hombres. Con las profesoras intenta darles pena para aprobar, pero Álgebra no cae en sus juegos.

Por eso siempre suspende las mates por más pucheros que haga. En una ocasión, la maestra harta de sus tonterías estalló de ira y llegó a insultarla de mil maneras, incluso el borrador de la pizarra salió volando por la clase.

Y sus padres tienen a su hija puesta en un altar, pues para ellos ella es un milagro. Después de dos abortos lograron tener una hija.

💫 💫 💫

ESTER VALVERDE

Cerré la puerta de mi dormitorio cuando entraron Bel y Summer, las únicas del grupo que se dignaron en venir a verme en vacaciones. Ellas dejaron sus bolsos en mi armario de cuatro puertas y dieciséis cajones.

Quedamos en ir bien arregladas para ir al solar y después iríamos las tres juntas de compras para escoger algo mono para la fiesta de esta noche.

Sacamos los móviles y empezamos a tomarnos selfies para luego publicarlas.

Saqué mi caja donde guardaba todo mi maquillaje y lo puse sobre el escritorio que tenía un espejo para empezar a maquillarnos la una a la otra.

Yo estaba maquillando a Summer, mientras tanto Bel se puso a fisgonear en mi armario para sacarnos unos outfits para la tarde.

— ¡Cariño! — gritó mi madre desde el piso de abajo — Ha llegado tu pedido de Shein. Ven a recogerlo.

— Tráemelo tú. — pasé la brocha por las mejillas de mi amiga — Que estoy ocupada.

La otra sacó varias prendas del armario y las dejó sobre mi cama. Luego conectó su móvil al altavoz de mi habitación para poner música y se me ocurrió una idea.

— Chicas, vamos a practicar para la noche. — las reuní a las dos.

Bajé la persiana de mi habitación quedando a oscuras y encendí las luces led de colores que colgaban por las paredes.

Nos probamos la ropa que sacó Bel, cada una con un top de diferente color y unos shorts que se nos veía hasta el alma. Saqué mis botas de marca y les di una a cada una.

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