EDA SANDOVAL
Mis amigas dieron una vuelta por el campo de fútbol para cotillear lo que estábamos haciendo mi... Álex y yo, aún me costaba asimilarlo. Tampoco hacíamos nada malo.
Mei se quedó mirándonos con una sonrisa muy bonita, le encantaba la pareja que hacíamos. Mientras que Judit se estaba aguantando la risa porque yo estaba muy sonrojada.
Entonces, las sonrisas de ellas dos desaparecieron en cuanto un balonazo les dio en la cabeza y se giraron para ver que la responsable era Isa.
— ¡¿Pero qué haces?! — Mei se puso delante de Judit para protegerla de Isa que se acercaba a por la pelota — ¡Puta bollera! A ver si a la próxima tienes un poco más de cuidado.
— No es mi culpa que estés en el campo de fútbol. — la miró por encima del hombro — Es para jugar, no para dar paseos.
— Pero eso no te da derecho a darnos un balonazo.
— No lo hice adrede. — se defendió aún con la mirada fija en el balón que había caído detrás de Judit.
— ¿No?
Isa no mostraba ninguna expresión en su rostro, pero enseguida esbozó una sonrisa de lado al ver a Álex que estaba conmigo.
— ¿Quieres ver qué es dar un balonazo adrede?
Apartó a mis amigas a un lado y chutó la pelota para golpear directamente el rostro de Álex. El chico se levantó de inmediato para bajar corriendo las gradas y enfrentarla. Pero llegaron los chicos del campo de fútbol y le separaron de la chica que aún mostraba una sonrisa orgullosa provocándole.
Izan recogió la pelota de fútbol y noté cómo le sonrió a Judit cuando pasó al lado suya.
— Sigamos con el partido.
Al final los chicos empujaron a Isa al campo de fútbol porque ella tenía la mirada fija en Álex que seguía furioso incitándole a que la golpeara.
Bajé las gradas para acercarme a él y le tomé del rostro para ver que no tuviera ninguna herida. Suspiré aliviada. Pero aún seguía enojada con Isa por lo que le había hecho, ¿por qué lo hizo?
— Me duele la nariz. — Álex hizo un puchero — Necesito una cura.
— Eres un... — no sabía qué insultarle porque me reí.
Me puse de puntillas y le di un beso en la nariz. Me iba a alejar, pero él tomó de mi mandíbula y me dio un beso en la mejilla haciéndome sonrojar por enésima vez hoy.
Casi se me salió el corazón, no soportaba tantos latidos. Me asustó pensando que me iba a besar en la boca, nunca había besado a nadie, me sentía inexperta, no estaba preparada ahora mismo a dar el paso.
— Tranquila, no haré nada que tú no quieras. — pareció que leyó mi mente.
Mis amigas se quedaron atónitas al ver la escena y en sus miradas pedían a gritos una explicación.
— Álex es mi... n-novio. — confesé mirando al suelo.
— Lo sabía. — Judit cantó victoriosa.
— Eda. — Álex me tomó de la mano — ¿Podrías venir el fin de semana a mi casa para presentarte a mi familia y tener una cena? Lo nuestro va enserio, yo quiero un futuro contigo.
Volví a ruborizarme y únicamente asentí con la cabeza.
— Por favor, qué monos que sois. — Mei se llevó la mano al corazón — Judit, nos vamos que no queremos interrumpir.
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LA ACADEMIA
Teen FictionDiez estudiantes decididos en dejarse ayudar, para ser unos dieces en exámenes y ceros en problemas en vez del revés, ingresan en una academia. Seis profesores decididos en cooperar, para que el plan de la recién llegada funcione, aceptan salvar a l...