LA ACADEMIA

CAPÍTULO 22

Llamo a las puertas varias veces hasta que al fin abre. Entro a su despacho y me recargo en el muro a un lado para esperar que ternine de ordenar todas las fichas de las actividades que planeó para sus clases.

Mientras tanto observo el lugar ya que nunca antes había estado y por la reconstrucción del instituto ahora el despacho de educación física es más grande.

Veo que tiene sobre la estantería varios trofeos y medallas de atletismo, así que el profesor Ribaul antes de ser profesor era un atleta profesional. Me doy cuenta que al lado hay un marco de foto tumbado bocabajo. Intenté levantarla para mirar la foto, pero el profesor me detiene.

— Con que te gusta fisgonear las cosas de los demás. — sonríe nervioso — No mires la foto por favor, es una de mi prometida y yo dándonos un beso, la dejo ahí porque me encanta pero también me da vergüenza que la vean.

— Vaya, ya se me hacía extraño que un profesor de educación física estuviera soltero. — me río.

— ¿Debo de tomarlo como un cumplido? — se extraña.

— Ajá, para estas cosas no las digo tan directamente. — encojo los hombros — No suelo decir cosas bonitas.

— Se nota. — asiente — ¿Querías hablar algo conmigo? — cambia de tema — Yo es que ahora mismo iba a disculparme con un alumno, mi comportamiento de la semana pasada con él no fue bueno, no estaba de buen humor y lo hice sin querer. Tengo que solucionar el problema antes de que se pongan graves las cosas.

— Es Álex, ¿no? — adivino porque afirma con la cabeza.

— Él es todo lo contrario a Isa, se le dan horrible los deportes. — suspira — Tengo que tener mucha paciencia con él aunque se me haya agotado por culpa de tantos rebeldes. Sería todo mucho más fácil si todos fueran como Isa.

Me extraño del por qué Isa se lleva mal con este profesor o el porqué le gusta tanto molestarle.

— Oye, ¿sabes por qué le caes mal a Isa? — pregunto por el motivo que fui a visitarle.

— No lo sé. — deja salir un suspiro — Es mi alumna favorita, supongo que ella le molesta eso, porque al parecer ella odia a todo el mundo. Tal vez por eso me trata así, para que deje de admirarla.

Lo que dijo tenía sentido. A Isa le molesta encariñarse con los demás por el miedo de que la abandonen algún día. Por eso prefiere odiar a todo el mundo o darles motivos.

Le dejo marcharse para que arregle la humillación y el mal comportamiento que tuvo con Álex tras aclarar mis dudas.

Regreso al despacho del director porque me estaba esperando y ahí estaba también la profesora América de inglés, que había ido a quejarse con él porque mi estudiante Álex había robado un ejemplo del examen de inglés, acusándome de que yo no estaba haciendo nada bien mi trabajo.

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ÁLEX ACOSTA

El profesor Ribaul de educación física se fue después de pedirme miles de veces perdón por lo que pasó la semana pasada en su clase de prácticas de voleibol para encontrarme con otro profesor.

Me quejé por lo bajo al encontrarme con Noa que también estaba de mal humor dirigiéndose hacia mí.

Sujetó mi brazo y nos llevó a una esquina del pasillo donde habían menos personas. Me dejó arrinconado contra la pared y pensé que me iba a pegar con el gran taco de folios que sujetaba.

— Dame el examen de inglés. — me ordenó muy enfadada.

— ¿Cómo? — fingí inocencia.

— Deja de actuar. — me pilló — O me lo das o le escribo a tu padre que te autolesionas.