Diez estudiantes decididos en dejarse ayudar, para ser unos dieces en exámenes y ceros en problemas en vez del revés, ingresan en una academia.
Seis profesores decididos en cooperar, para que el plan de la recién llegada funcione, aceptan salvar a l...
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Borja Coronado, un estudiante conflictivo. Casi todo el instituto se ha quejado de él porque han sufrido bullying por parte de este.
Siempre está metiéndose con la gente, todos le temen por ser el bully del instituto. Parece que hace competencia con Will e Izan por quién se mete con más gente.
No se le ocurre nada de vocabulario para un examen pero sí centenares de insultos en un segundo.
Sus padres son tan ricos que hasta compraron a los profesores para que pasara de curso en primero de bachillerato, presionaron a Rocío Hernández, la directora de ese entonces, o si no la iban a tirar del instituto con el poder económico que tenían.
Pero en segundo de bachillerato Borja no tuvo tanta suerte, a sus padres lo pillaron en medio de un viaje en crucero y no podían venir a sobornar al nuevo director, por eso repitió segundo.
Y ahora con sus nuevos compañeros sigue sin llevarse bien. Incluso ni con los profesores y un día llegó muy enfadado a dirección para acusar de que su profesor Cash de economía le robó dinero. Sea o no sea cierto, nadie le creyó.
Esta mañana casi no logré que él también entrara a La Academia. Pues por los pelos alcancé a sus padres.
Por la cantidad de maletas que cargaban cada uno supe que se irían de viaje.
Pude detenerlos antes de que se marcharan en el coche lujoso del garaje para que firmaran los documentos necesarios.
Al principio me ofrecieron un maletín lleno de dinero para que directamente le pusiera el diez en todas las asignaturas al hijo, pero yo no era tan fácil de sobornar y abandonaron esa estúpida idea al ver que no mostraba interés en el dinero. No como ellos, que lo único que les importaban era la fama y la riqueza.
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BORJA CORONADO
Me desperté cerca de las cinco de la tarde porque estuve hasta las seis de la madrugada jugando a la play con Izan y me extrañé del porqué mis padres no me despertaron. Seguramente era porque me estaban preparando mi fiesta de cumpleaños.
Bajé muy ilusionado de la cama y encendí el móvil para ver mis felicitaciones. La verdad, no había recibido ninguna notificación.
No me esperaba que alguien lo hiciera, pero por lo menos él sí. Desanimado bajé las escaleras para buscar a mis padres.
Pensaba que estarían en la cocina y se me hizo extraño el silencio total que reinaba en la casa.
Mi barrio desde luego no era muy tranquilo. Álex siempre tenía discusiones con su padre y su hermano. Isa pegaba puñetazos a todas horas contra cualquier objeto que se le cruzase. Su padre se pasaba con las cervezas en el bar de abajo y regresaba a casa pegando gritos a pleno pulmón. Y si Bel estaba en casa de la bollera era peor todavía, como se dejaba la ventana abierta se escuchaba todo lo que hacían. Luego, había una anciana que tenía la manía de escuchar rock and roll antes de dormir y para colmo, teníamos un vecino baterista.
