CAPÍTULO 38

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La causa de muerte fue un corte profundo de siete centímetros en el cuello con un trozo roto del espejo. El suicidio tuvo lugar aproximadamente a las nueve de la mañana en el vestuario de la piscina.

La policía sin dar ninguna explicación desalojó a mis cuatro estudiantes restantes a sus dormitorios, ocasionando confusión y más pánico. Ellos temían morir como les pasó a los otros.

Hubo un enfrentamiento. Isa le pidió a los agentes explicaciones sobre la desaparición de su mejor amigo y exigiendo respuestas sobre si lo habían asesinado.

Quien sea el asesino, nunca tuvo que ver directamente con los fallecidos, él provocaba sus muertes o la mayoría de ellos según iba progresando la investigación. En el caso de Cris, fueron sus padres los que resultaron estar involucrados en un accidente de vehículo.

La autoridad se negó a darle alguna explicación a Isa y tuve que intervenir yo porque estaba a punto de pelearse con ellos. Sé que es una mujer muy fuerte, pero tener un enfrentamiento con la policía es otro nivel y como es mayor de la edad esto podría llevarle a ser detenida.

— Isa, hazme caso. — la separé de los policías — No te metas en ningún lío porque te va a caer una muy gorda.

— ¿Sabías que yo podía haber evitado la muerte de Ester? — quitó las manos del agente de sus muñecas — Yo podía haberla detenido, esa noche ella me despertó. — recordó dolorida ese día — Sólo tenía que haber bloqueado la puerta y abrazarla para que se quedara aquí. — su voz se iba quebrando — Yo sólo tenía que hacerla sentirse segura y protegida, pude haber evitado al menos una muerte. Soy una asesina.

Me miró a los ojos. En los suyos pude ver el pánico, la culpabilidad que sentía, miedo, impotencia, rabia, sed de venganza, todo lo que no expresaba en su rostro se podía descubrir a través de unos ojos.

— Tú no podías saber por adelantado lo que le iba a suceder. — la abracé para consolarla — No todos podemos ser héroes como deseamos. ¿Piensas que yo cada día no me estoy culpando de lo que le sucede a mis estudiantes? Me pregunto si habría sido mejor no haber intervenido y nada de esto estaría pasado. O si estuviera aquí con vosotros nadie más se iría.

— Supongo que entonces estamos destinados a ser unas culpables. — sus palabras sonaron a una confesión.

Si bien no quiso decirme lo que hizo, tampoco le iba a preguntar. Ella estaba sola, perdió a su mejor amigo en quien únicamente confiaba, su padre seguía borracho en el bar todos los días sin importarle nada, había discutido con su única amiga Bel y la chica con la que por fin pudo empezar a abrirse estaba atada a una relación tóxica.

No tenía a nadie y su único sentimiento era todo el mundo contra ella sola. No me apartó, así que apoyé su cabeza en mi hombro para acariciarle el cabello. No iba a llorar, pero sí tiene sentimientos y emociones. Porque ese corazón puede sentir como el de todos.

En un susurro me agradeció y se retiró de la piscina a los dormitorios como habían hecho los otros hace rato. Yo tuve que ir al hospital por una llamada urgente. Por más que quisiera, no me dejaban quedarme en La Academia para vigilarles.

💫 💫 💫

IZAN PEÑA

Nadé de un lado a otro lado sin saber qué hacer. Judit me ha estado evitando todos estos últimos días, es obvio que está molesta conmigo. Nunca fue mi intención llevarnos mal otra vez. Cuando le pregunté si fue ella la asesina de Will no era mi intención ofenderla, sólo quería preguntar a todos uno por uno.

Quizás sea mi estupidez el problema de todo, al fin y al cabo soy un idiota. Si hubiera dejado de creer en el fanfarrón de mi padre tendría una madre con quien hablar las cosas. No sólo le debo unas disculpas a Judit, ella nunca mataría a nadie, yo mismo sé lo feliz que le hace ver a los demás vivir alegremente. También debo de disculparme con mi propia madre, nunca la he tratado bien.

Antes de que yo mismo saliese solo de la piscina, vino la policía para desalojar a todos. No vi por ningún lado a Judit, así que volví a entrar para buscarla teniendo que pelearme con los malditos agentes.

— ¡Falta Judit! — empujé a uno.

Realmente no la había visto en ningún momento. Joder, seguro porque ella no está cómoda con su cuerpo. Si yo estuviera a su lado le habría dicho lo hermosa que es, porque ella es bella. Por más que no le guste su cuerpo, a mí me encanta cada milímetro de ella.

— ¡Tengo que encontrarla! — le di un empujón a otro.

Llegué hasta el vestuario y abrí las puertas de golpe exponiendo el gran charco de sangre. Miré el cuerpo tirado en el suelo con el cuello abierto, las manchas de sangre por todas las paredes y los trozos del espejo roto.

— ¡No...! — grité con fuerza — ¡Judit! ¡Mírame!

Corrí a su lado e intenté presionar el corte de su cuello con la toalla que la envolvía para detener el sangrado. Mis manos se estaban manchando de su sangre y me dio igual, me limpié las lágrimas de mis ojos para poder ver su rostro con claridad por última vez, porque ella ya no tenía vida.

— ¡Joder! — le pegué con fuerza a los casilleros — ¡Todo esto es por mi culpa!

Estampé mi cabeza contra el suelo. La policía tuvo que sacarme del vestuario y Eda se asustó al ver la sangre que tenía encima.

— ¿Qué te ha pasado? — preguntó asustada — Tu cara está sangrando.

— No es mi sangre. — lloré desconsolado — Judit se ha ido.

Ella estalló en un llanto junto a mí y Álex en ningún momento se alejó de ella. Isa estaba discutiendo con la policía.

Si me viera mi padre me estaría insultando por llorar. ¿Pero qué más da él? Si siguiendo sus consejos lo único que ha hecho ha sido meterme en problemas. Me burlé de Judit y traté mal a mi madre. Ahora perdí a una, tengo que recuperar a la otra.

Me encerré en mi dormitorio dejando a Álex afuera en los pasillos y encendí el móvil. Tenía un mensaje de hace una hora.

I'm_sexy:
Mira quién ha muerto por tu culpa. Y mira quién se ha ido de tu casa. Eres tan desagradable que espantas a todos los de tu alrededor, no mereces vivir
🪦🔪🩸

Abrí el vídeo, era mi madre yéndose de casa con las maletas. No me hizo falta pensar si era un vídeo editado porque ella estaba deseando irse de casa por culpa de dos gilipollas que vivíamos con ella.

Subí a la azotea del edificio de los dormitorios para buscar la caja que dejé en una esquina. Como era de metal no le afectó la lluvia. La abrí y saqué todas las bolsitas de yerba que tenía guardada para compartir con ella. Pero como Noa nos lo había prohibido y ella no quería seguir fumando la había escondido aquí arriba.

Judit seguro que está muy bien allá donde esté. Porque ese era su sueño, vivir en un mundo donde nadie se mete con ella. Su alma debe de estar en el cielo con todas las personas buenas.

Ella me hizo ver el mundo de otra forma. Sin una mujer yo no estaría vivo. Y luego es gracias a ella, una mujer, que yo por fin pude saber quién soy realmente. No me hace falta seguir los pasos machistas de mi padre para ser una persona o un buen macho como dice él. Yo salí de la cueva de los neandertales gracias a ella.

Y yo lo único que he hecho por ella ha sido estropearlo todo. No puedo vivir sin Judit y sin mi madre. No quiero quedarme solo con mi padre. Yo quiero volver a los tiempos donde era el bebé favorito de mamá, ella jugaba conmigo aunque mi padre la pegase por tardar en hacer la comida. Yo quiero volver a escuchar las risas de Judit y ver la emoción con la que siempre me habla, quiero volver a estar con ella.

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