Diez estudiantes decididos en dejarse ayudar, para ser unos dieces en exámenes y ceros en problemas en vez del revés, ingresan en una academia.
Seis profesores decididos en cooperar, para que el plan de la recién llegada funcione, aceptan salvar a l...
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Mei Li, una estudiante con unos apuntes muy limpios pero la boca muy sucia.
Ha llegado a insultar a cada uno de sus compañeros de clase y todas las discusiones empiezan a causa de ella.
En uno de estos jaleos sucedió que la profesora América de inglés le insultó para detener la pelea.
La estudiante fue a decírselo a sus padres y sus únicas reacciones fueron que ella misma se defendiera. Que si alguien la insultaba le devolviera el insulto e igual si alguien la pegaba.
Mei estudia y hace los trabajos con mucho esfuerzo, sin embargo, su comportamiento no la ayuda mucho ni para concentrarse ni para estar en un entorno tranquilo.
Tampoco tiene a alguien que le pueda ayudar con los deberes en casa o para resolver alguna duda. Sus padres no entienden el español y por eso me costó que firmasen la autorización para ingresarla a La Academia. Ella estuvo al lado traduciendoles al chino todo.
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MEI LI
Recientemente había recibido una bronca de mis padres por no saber quién robó en el supermercado y estaban muy cabreados.
No se vio a nadie a través de las cámaras. La del pasillo tres tenía un trapo que la tapaba y por los huecos de las estanterías supe que alguien había robado en este pasillo. ¿Pero cómo iba a saber quién?
Justamente entró una mujer en el peor momento, recientemente me habían gritado y ahora no querían escuchar a nadie.
Por más que les traducí lo que tenían que firmar no le prestaron mucha atención, al final firmaron para que se largara la mujer.
Entre ellos dos discutieron por si alguno no había activado bien la alarma y finalmente me culparon a mí. Que había sido yo quien había robado la comida ya que también tenía las llaves del supermercado y que por eso era una gorda, de tanto robar y comer.
Discutí. Aún no me podía creer que pensaran eso de mí y me obligaron a ir a comisaría para denunciar el robo. No podía, era menor de edad y ninguno de los dos quería acompañarme.
Por más que se los expliqué ninguno de los dos me hicieron caso y me gritaron que había estudiado español para nada, que ni una denuncia sabía poner. El problema no era eso, era que necesitaba un adulto para poder poner la denuncia ya que era menor de edad y me echaron a la cara que era una excusa lo que estaba diciendo.
Habíamos montado un espectáculo a plena mañana. Nadie quería entrar al local porque estábamos discutiendo a gritos y me echaron de un empujón.
— Como vuelva a casa y no vea que has estado estudiando y hayas fregado el suelo ni se te ocurra gastar con mi dinero para comer, ni para vivir, ni para la ropa. — me amenazó mi padre en chino — Gorda. Inválida. Inútil.
— Y ni se te ocurra tocar el móvil. — añadió mamá también en su idioma.
Los miré con el odio que llevaba acumulando desde hace tiempo. Para ellos no era más que un trofeo para presumir cuando sacaba buenas notas porque ellos me estuvieron obligando a sacar dieces desde pequeña. Si no, cuando llegaba a casa me esperaba el cinturón.
Habíamos quedado la semana pasada que me dejaban ir a ver el torneo de Isa y Álex si les ayudaba en el trabajo todas las horas desde la mañana hasta la noche y hacía las tareas domésticas. Pero ahora aunque me lo hubieran prometido era imposible salir de casa.
Incluso me quitaron las llaves cuando me encerraron adentro para que no escapara. Y por la ventana no podía porque vivíamos en el quinto piso.
Estábamos en vacaciones de Navidad y los deberes que mandaron ya los terminé el primer día porque me obligaron a hacerlos al instante.
Recibí un mensaje y vi que mamá me envió una larga lista de tareas por hacer. ¿Si me había prohibido el móvil qué hacía enviándome un mensaje?
Empecé por limpiar los platos de la mañana del desayuno que dejaron en el fregadero, seguí con la ropa que se tenía que lavar a mano, después barrí el suelo, a continuación fregué el piso, después limpié los baños y finalmente los espejos.
Todo seguido. Por la actividad ya ni sentían el frío del invierno. Miré la hora y vi que había estado tres horas seguidas haciendo limpieza.
Me senté en el borde de mi cama y miré las noticias del instituto. Varios publicaron la victoria del torneo de Isa. Era de esperarse, desde el primer día que la vi en clase sentada al fondo con la silla pegada a la pared y los pies sobre la mesa sabía que era una persona peligrosa.
Era una de las repetidoras, tenía un año más que el resto y no hacía nada en absoluto durante las clases. Educación física era lo único que le interesaba, jugaba con los chicos al baloncesto o al fútbol y en los vestuarios se encerraba en un cubículo con su novia, la más popular del instituto, Bel.
Si no fuera por la popularidad de ella en el instituto, Isa no habría salido elegida como máxima representante del consejo estudiantil. Además, ¿desde cuándo a ella le interesaba lo relacionado con el instituto?
Seguí deslizando entre todas las publicaciones y le di click al botón de un vídeo que subieron.
El chico contra el que compitió tenía la nariz sangrando y varias heridas en toda la cara. Y salía Eda sentada a horcajadas sobre él mientras le limpiaba con una toalla. ¿Desde cuándo se ha convertido tan sinvergüenza y encima con un chico?
Mierda, Eda, se me olvidó avisarle de que al final no podía ir al torneo con ella.
Cookies: Eda, perdón por no haberte avisado antes. Pero que me habían castigado y no me han dejado salir. Lo siento mucho 😢
Eda_Sandoval: Jo, k pena, ntp k no es tu culpa
De pasar pena por ella pasé a sentir pena por mis ojos por lo que estaban leyendo, pero lo importante es que aceptó mis disculpas.
Encima que es la mejor estudiante de nuestra clase y la delegada escribe así, será porque con quienes tiene confianza escribe así.
Extrañaba mucho a mi amigo virtual y ya que estaba con el móvil de paso le escribí un mensaje a él también.
Cookies: Hola, ¿cómo estás? ¿Qué tal el día? 🥰❤️
Esperé un poquito después de enviar el texto y al segundo de leerlo me contestó.
Crumbl: Holaa mi galletita, yo estoy un poco ocupado y tú?
Cookies: Te extrañaba mucho, mi chocolate. Yo también estaba ocupada y me he parado a descansar después de terminar todo.
Crumbl: Me alegro mucho. Pero te tengo que dejar que mi madre está gritándome ya. Adiós ❤️
Cookies: Hasta pronto 🥰❤️
Nos empezamos a escribir el verano pasado, estaba aburrida y pregunté por gente para hablar. Él fue el único que me escribió y así llevamos el contacto hasta hoy.
No he visto su cara ni he escuchado su voz, apenas sé que vive en el mismo país que yo.
No sé nada acerca de su apariencia física, pero en cuanto a sus pasatiempos me los sabía de memoria. Era un chico encantador y me gustaba.
Esto era un buen aspecto mío, me había enamorado de él por su personalidad y no por su físico que desconozco. Espero algún día poder verlo aunque sea un ojito.
