Conduje hasta el cuartel de la policía para retomar la investigación en mi propia oficina. Han encontrado algo sospechoso y de útil ayuda para resolver el misterio de las muertes de mis estudiantes.
Otra vez el usuario @I'm_sexy involucrado en todo esto. Habían logrado atrapar al asesino de Will, del policía y de Ester, al último gángster de la banda. En su móvil el último mensaje recibido fue de esta persona quien le envió la dirección de la casa de la familia Mohammed.
Además, también le envío un mensaje a Cris junto a una foto de sus padres muertos, una fotopolla a Ester y un mensaje a Mei, a Judit y a Izan en sus teléfonos.
Encendí el ordenador para averiguar la verdadera identidad tras la cuenta. La ubicación del móvil indicaba la casa 3B. Maldición, yo conocía esa dirección, es la casa de Isa.
Toda la policía nos montamos en las patrullas y a todo gas fuimos a la casa donde se ubicaba el delincuente. Durante el trayecto me di cuenta de una cosa, Rocío Hernández tiene un parecido con Ester.
Ahora todo cobra sentido. La primera fotopolla que se subió, el miedo de Ester porque fue violada antes de que yo llegara a La Academia, la amenaza a la cuenta de la foto y el profundo odio de Isa, todo es una venganza por la muerte de la ex directora Rocío Hernández.
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ISA VARGAS
Eda levantó la cabeza para observar mi cuerpo sangriento. Intenté sonreí un poco más para demostrarle mi felicidad, no quiero que llore por mí, no quiero que mi último recuerdo de ella sea llorando por mi culpa.
Desde que mi madre se fue de casa me había jurado no volver a abrirme a nadie para no sentir el mismo dolor. Estuve toda mi vida echándole la culpa cuando fue a causa de mi padre. Me hizo creer que ella nos abandonó poniéndola de mala siendo él el infiel.
Nadie entendía mi dolor. No eran conscientes de las noches donde yo lloraba desconsoladamente bajo la ducha por el falso abandono. Les era más fácil a la gente criticar mi fría personalidad antes que preguntarme el motivo por el cuál soy así.
Eda era la única que sabía cómo hablar conmigo. Siempre me hacía preguntas dándome la oportunidad de expresarme con mi propia voluntad. Me daba mi espacio para hablar sobre mí misma. Sólo necesitaba ser escuchada y ella estaba dispuesta a escucharme por más que le costase hacerme hablar. Mientras que Bel asumía las cosas por su propia cuenta. Este es el motivo por el cual me enamoré de Eda.
— Me encantan los dibujos que me hiciste. — intenté hacerla sonreír — Yo no se los envié a tus padres.
— ¿No fuiste tú? — se quedó sorprendida.
— ¿Cómo iba a hacerlo? — si a Hande la tiraron de casa a ella era obvio que le iban a hacer lo mismo — Los descubrí en tu basura, pero nunca pensé arruinarte la vida.
— Isa, ¿qué tan cierto era cuando me dijiste que yo no te gustaba?
— Yo nunca dije eso...
Me callé cuando vi a Álex asomar su cabeza por la azotea para comprobar si seguíamos vivas. Entonces sacó la navaja que escondía y la tiró con fuerza hacia nosotras a la vez que se escucharon dos disparos. Se me olvidaron mis huesos rotos e intenté detener el arma. Pero mis brazos no se movieron ni un milímetro y escuché como la hoja afilada penetró en la carne.
— Isa... — susurró Eda.
— Lo siento mucho, yo no he podido salvarte. — miré con los ojos llorosos hacia el nuevo charco de sangre que empezó a caer encima mía.
— No me has contestado a la pregunta de antes. — insistió en un sollozo.
— Si pudiera volver a vivir no dudaría en decirte todo lo que siento por ti en una carta y con un ramo de flores. — respiré profundamente por la falta de aire — Si no me hubiera quedado callada por cobarde el día que me lo preguntaste te habría dicho que sí. — volví a tomar una pausa para respirar con fuerzas — Tú no sólo me gustas, me encantas, estoy enamorada de ti.
Su corazón dejó de latir, pero había una sonrisa en su rostro. Ella sí me llegó a escuchar. Una muerte es triste, por el contrario, yo cerré los ojos sabiendo que podré morir en paz sin tener que seguir cargando la culpa de todos los fallecidos.
Me pregunté si habría sido mejor no haber interrumpido en su vida. Entonces ella seguiría en una relación con Álex y él no la habría empujado de la azotea ni habría lanzado el cuchillo. Entonces en este caso yo sería la villana.
Sin embargo, haber interrumpido en su vida le demostré lo que es amar de verdad a alguien y pude ver su última sonrisa, la más hermosa que jamás haya existido. Ella sólo quería morir sabiendo que alguien la amó de verdad y esa fui yo, su amor y su asesina. Nunca estuve destinada a ser la buena del cuento, provoqué al profesor Ribaul de educación física en vengar con más ansías la muerte de su prometida y no ayudé a mi amigo de la infancia, yo causé la muerte de todos.
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LA ACADEMIA
Teen FictionDiez estudiantes decididos en dejarse ayudar, para ser unos dieces en exámenes y ceros en problemas en vez del revés, ingresan en una academia. Seis profesores decididos en cooperar, para que el plan de la recién llegada funcione, aceptan salvar a l...