Diez estudiantes decididos en dejarse ayudar, para ser unos dieces en exámenes y ceros en problemas en vez del revés, ingresan en una academia.
Seis profesores decididos en cooperar, para que el plan de la recién llegada funcione, aceptan salvar a l...
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Isa Vargas, una estudiante con un talento desaprovechado. Es una persona muy inteligente, podía aprobar exámenes con sus conocimientos sin haber estudiado y se le daban bien todas las materias.
Por el contrario, no dedica esa inteligencia para estudiar. Aprovechaba cualquier excusa para saltarse las clases o librarse de los castigos.
Repitió el curso porque se pasó más de la mitad del año desaparecida en su casa, no asistió a la mayoría de clases, ni se presentó a ningún examen.
Este año por lo menos sí hizo acto de presencia todos los días. Aunque su comportamiento no mejoró en nada, aún seguía siendo agresiva con sus compañeros y tenía un odio profundo a su profesor de educación física sin un motivo aparente, a pesar de que Ribaul admiraba sus cualidades deportivas, se le daba bien todos los deportes a esta chica.
Por este odio se sospecha que fue ella quien publicó en una cuenta falsa una foto del aparato reproductor masculino de su profesor de educación física. Aunque la duda es cómo ella ha llegado a hacer la foto, incluso la víctima no tiene ni idea.
Otro de los problemas que daba esta alumna era su falta de respeto a las normas del instituto. Estaba prohibido tener relaciones sexuales o pasarse del límite de las manifestaciones de afecto dentro del centro educativo.
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ISA VARGAS
Papá trajo a una mujer al salón. Pensé que sería una de sus noviazgos, pero al ver su apariencia tan masculina supe que no, a él no le gustaban estos tipos de mujeres, irónicamente su hija era todo lo contrario a sus gustos femeninos. La rubia tetona que había venido de vez en cuando a casa salió de la cocina y me invitó a probar su nueva receta de galletas.
Con nada más olerlo sabía que estaban malísimas. Igualmente me llevé una entera a la boca y sonreí falsamente para hacerle creer que estaban muy buenas.
Escuché a la tomboy decir algo sobre La Academia y que me ayudaría a sacar mejores notas además de un cambio de mejora en mi actitud. Me pareció una chorrada, yo era como era para protegerme, no porque no estuviera bien educada.
Además, se piensan todos los profesores que he repetido curso porque me la pelan las clases porque el año pasado estuve media desaparecida. En realidad dejé de ir a clases porque mi padre pasó una mala racha con sus pulmones y me quedé en casa para cuidarle.
Los dejé tranquilos y salí al jardín para cuidar de aquellas plantas maltratadas. Sólo estaban de decoración.
Fuera hacía frío, igualmente me quité la camiseta para no mojarmela. No me importaba ir así. Al lado tenía a Álex, nos conocíamos desde pequeños y más de una vez nos bañamos desnudos en el río. Y al otro lado la casa estaba vacía, no tenía habitantes.
Abrí la manguera y comencé a regar todas las plantas distraídamente en mis pensamientos. ¿Qué iba a hacer con tanto dinero después de ganar la pelea? Supongo que dárselo a quien más lo necesitaba. Para mí no tenía nada de útil.
