𝑳𝑨 𝑷𝑹𝑶𝑴𝑬𝑺𝑨 𝑫𝑬𝑳 𝑨𝑴𝑶𝑹 (☯•Quackity × tu•☯)

𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄

Al día siguiente me levante, hoy por fin iria a trabajar, tome todas mis cosas necesarias, le di de comer a pelusa para salir de mi casa.

Cuando sali pude ver una auto afuera, sabía perfectamente quien era, junto al auto estaba el mentiroso quien había mentido a sus amigos y tenía que ver conmigo, cuando me vio guardo su celular en el bolsillo de su pantalón para acercarse a mi con una sonrisa.

─hola.─salude cuando estuvo lo suficientemente cerca para escucharme. ─¿que haces aquí? ─

─vine por ti. ─dijo y lo mire mal.

─es obvio ¿por quien más vendrias?─cuestione obvia.

─entonces para que chingados preguntas si ya sabes. ─exclamo molesto para después reír. ─queria invitarte a almorzar juntos a lugar bonito y... ─siguio hablando pero lo interrumpi.

─tengo que ir a trabajar, lo siento. ─exclame, lo rodee para ir caminando hacia mi trabajo.

No quería sonar grosera, pero ya habíamos dicho que simplemente amigos, el podría llevar su mentira a hacerse realidad, y eso jamás sucedería.

Llevaba una mala racha con el amor, o bueno, con todo, solo quería vivir mi vida normal y salir adelante sola, siempre pensé que un chico sería destraccion de tus metas, así que simplemente quería continuar sin la mentira y sin alex.

─¡espera! ─grito el y yo rodee los ojos y lo voltee a ver.

─¿que quieres? ─pregunte molesta.

─solo, por favor dame una oportunidad, te juro que solo quiero tenerte como amiga. ─hablo desde lejos para después acercarse. ─te prometo que les diré la verdad a mi amigos pero quiero que sepas que tu amistad me ayudó mucho estos días y no quiero perderte así solo por una pendejada. ─intento tomar mis manos pero se lo impedi.

─¿¡una pendejada!? ─pregunte molesta. ─¡una pendejada no es esto! Es difícil confiar en una persona solo porque si, porque llega a un lugar a comprar comida y luego de la nada quiere ser amigo de la que atiende, la invita a varios lugares y en par de días le dice a sus amigos que es su novia ¿que pedo contigo alex? ─pregunte para seguir hablando. ─confiar en alguien, y sobre todo en un hombre es imposible después de mucho daño que me provocaron. ─

─perdon yo solo... ─agacho su cabeza desanimado. ─no se como explicartelo con palabras... ─

─¿entonces como chingados piensas explicarlo? ─pregunte molesta.

Seguía con su cabeza en el suelo, decidí ignorarlo e irme de ahí. Mientras iba caminando senti un poco de culpa por todo, tal vez solo quería tener una amiga, no seas pendeja nini, deja de perdonar a todos de una vez.

Llegue al trabajo en donde ahí estaba Regina, estaba apuntó de abrir la puerta en donde simplemente suspire para entrar.

─hola regi. ─salude, ella volteo a verme solo para ignorarme. ─¿como te v─iba a seguir hablando y me interrumpió.

─¿que haces aquí? ─cuestiono.

─vine a trabajar ¿a que más? ─pregunte y ella rio para voltearme a ver.

─_______, ya te despidieron, de eso me encargue yo. ─dijo y fue un balde de agua fría para mi. ─mejor vete y deja de desperdiciar tiempo. ─exclamó para seguir con lo suyo.

Hubo un silencio hasta que se escuchó que abrieron la puerta del lugar.

─You again. ─exclame al ver de quien se trataba, aunque no supe muy bien como fue que de repente hable ingles sin quererlo, supongo que ya era la costumbre.

(Tu de nuevo)

─Yes, me again, but this time I won't leave without you. ─respondio en el mismo idioma.

(Si, yo de nuevo, pero está vez no voy a irme sin ti)

─you're un luck, they fired her. ─interrumpió Regina.

(Estas de suerte, la acaban de despedir)

─contigo ni quien quiera hablar. ─defendio alex. ─vete a chingar a tu madre.─regina solo se hizo la ofendida y salió de ahí. ─bueno, veo que te despidieron así que puedo ayudarte con eso.─dijo.

─esta bien, pero aquí no. ─condicione, el solo asintió.

Salimos del ahora mi ex trabajo para irnos en su auto, no hablamos mucho hasta que llegamos a un parque de diversiones.

─espera un momento. ─pidio Alex estando en unas banquitas de ahí, yo solo asenti viendo como se iba.

Cuando volvió parecía ocultar algo aunque no le tome mucha importancia.

─¿con que podías ayudarme respecto a mi trabajo? ─pregunte viendo como una sonrisa se formaba.

─bueno, más bien cuéntame más que te gusta hacer. ─pregunto sin quitar esa sonrisa.

Se sentó en la banquita quedando justo de lado mio, seguía ocultando algo aunque no se veía nada que era lo que traía.

─mi tiempo libre, aunque no tenga mucho, lo dedicó a dibujar y en mi trabajo me gusta ver partidos de voleibol, me gusta bastante ese deporte. ─dije, el se levanto quedando justo frente a mi, extendió su mano dando a entender que quería que me levantara, lo hice y comenzamos a caminar sin algún rumbo fijo.

─asi que eres dibujante y deportista.─ afirmo y asenti. ─te puedo ayudar en ambas cosas. ─dijo, yo rei un poco y me miro mal. ─pero todo sacrificio tiene su recompensa. ─un dicho que decían muchos, yo lo mire sin entender a que se refería. ─necesito que vayas a los Ángeles conmigo. ─condiciono, yo rápidamente iba a negar pero el tapó mi boca con su mano. ─antes que digas que no, piénsalo un poco ¿que haces aquí en monterrey? ─pregunto, me dejó pensando esa pregunta y destapó mi boca.

¿Que hago aquí en monterrey? La pregunta que resonaria en mi cabeza por mucho tiempo.

─tengo programado irme la próxima semana, no se exactamente que día, tal vez uno o dos días después de el siguiente evento que tengo. ─explico.

Después de mucho caminar estuvimos frente a una rueda de la fortuna, era gigante y se veía divertido, me quedé estática contemplando aquella rueda hasta que observe que a lo lejos, Alex ya estaba comprando boletos, supuse que era solo para el, asi que no me alarme tanto, de todos modos tenía miedo inmenso a las alturas.

─vamos.─pidio y sentí que colocaba algo en mi muñeca, lo que era un brazalete, esos que te daban para asegurarse que pagaste, lo mire con miedo y el comienzo a reír. ─no te preocupes estaremos poco tiempo, ni siquiera te darás cuenta cuando se acabe el tiempo.

Tomó mi mano para correr hacia allá, seguía sin entender lo que pasaba y no tenía tan siquiera tiempo para procesarlo.

Cuando menos lo espere ya habían cerrado las puertas de aquella pequeña cabina en la que estaríamos encerrados, comenzó a avanzar y como lo esperaba, estaba muriendo de miedo.

─¿y si se para justo cuando estamos arriba? ─pregunte alarmada hasta que el comenzó a reír.

─tranquila, si morimos espero no morir sin hacer lo que quiero hacer ahora mismo... ─susurro eso último y lo mire sin entender.

Después de 2 vueltas el saco algo que tenía escondido, era una rosa de color Rosa palo, era realmente hermosa, el se paró de ahí quedando frente a mi, extendió su mano con la rosa para darmela.

─supe que eran tus flores favoritas y sobre todo de este color. ─explico, mire hacia arriba para ver su hermosa sonrisa y un brillo deslumbrante en sus ojos.

Sin más se acercó poco a poco hasta lograr que nuestros labios y respiraciones se juntaran.