𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐘 𝐎𝐂𝐇𝐎

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Otro dia mas, esta vez iríamos a despedirnos de nuestros amigos en el aeropuerto, eso me tenía triste, ya que extrañaba mi país, aunque siendo sincera, amaba estar con Alex últimamente.

─¿estas lista? ─pregunto viendo que bajaba de las escaleras.

─si.─me límite a responder, aun me sentía con un dolor insoportable en el cuerpo.

─debemos ir al doctor pronto. ─propuso preocupado y yo negué.

─me van a decir lo mismo. ─dije y el lo pensó para después hacer una mueca.

─entonces deberías cuidarte. ─asenti para que dejase de recordarme lo mal que me sentía.

Sabía que en gran parte era mi culpa, pero había algo en mi que ya ni siquiera quería cuidar la anemia.

Salimos de la casa y subimos a su auto, veía el cielo de la mañana, eran tan hermosas...

─ya casi es tu cumpleaños. ─recordo con una sonrisa.

─ni me recuerdes. ─pedi sonriendo también.

─¿porque no? ─pregunto.

─no lo se, no tengo ánimos. ─dije y volteo a verme mal antes de prender su auto y avanzar.

─¿sabes que todo tiene un fin, no? ─trato de recordar, solo alce mis hombros y el golpeo levemente mi hombro.

─ey, me dolió. ─me queje colocando mi mano en donde golpeo.

─una de tantas verguizas que me das. ─rio.

─no te golpeo. ─rei un poco.

─no me golpeas. ─dijo y asenti. ─me vergueas.─completo su frase y lo vi mal para después darle un leve golpe en el brazo también. ─¿ves? Eres bien pinche agresiva, pareces perro pitbull.─bromeo y comencé a reír.

─claro que no, si yo fuera un perro, creo que sería un poddle. ─dije de repente y comenzó a reír a carcajadas.

─uy si, tu serias más un Chihuahua. ─bromeo de nuevo sin parar de reír, sin poderlo evitar también rei pero a la vez lo golpee.

─¿porque un Chihuahua? ─cuestione.

─por enojarte y ser enana. ─respondio.

─no soy tan pequeña. ─me cruce de brazos. ─casi estoy de tu estatura. ─

─¿una persona que te llega al hombro, es porque casi te alcanza? ─pregunto en tono de burla.

─ayer no pensabas lo mismo que ahora. ─dije y su sonrisa se apagó. ─¿se te borro la sonrisa? ─

─pendeja.─insulto y pude ver cierto nerviosismo sobre el. ─es que, es que soy bipolar. ─

─no digas mamadas. ─rei.

─tu mamá. ─dijo y una vez más comenzó a reír.

─a veces pienso que eres un niño pequeño en cuerpo de un adulto. ─lo mire extraño sin quitar mi sonrisa.

Unos minutos después llegamos al destino; el aeropuerto.

─¿te platiqué de el amor de mi vida? ─pregunto de repente, chasquee mi lengua y lo mire extrañada.

─¿quien? ¿La sopla hojas? ─pregunte y el nego.─¿roier? ─

─ese wey que, el es el amante. ─rio.

─empiezo a dudar si eres gay.─me burle y el me miro mal.

─ya bueno, lo vas a conocer cuando vayamos a los esland. ─dijo abriendo su puerta para salir del auto.

Quedé algo confundida ¿me llevaría con el a un evento tan grande como los esland?

─¿me vas a llevar? ─pregunte al alcanzarlo.

─¿no quieres ir? ─pregunto.

─pues, es un evento importante para ti y no quisiera molestarte... ─explique.

─dejate de mamadas y vamos. ─bromeo haciendo su rostro fruncido y rei.

Comencé a pensar más a fondo, y recordé... Mi expresión cambio a tristeza.

─¿el abogado no tiene nuevas noticias? ─pregunte triste y me vio confundido.

─ya habíamos hablado que no pasaba nada si no llegaba pronto respuestas, podríamos estar aquí el tiempo que sea necesario. ─siguio hablando e hice una mueca.

─escuche que los premios este año no serían aquí ni en España. ─dije desanimada.

─no, de hecho, ya estaré preparando nuestros boletos para Ciudad de Méxi... ─iba a seguir hablando pero paro repentinamente de caminar, yo solo imite su gesto. ─más pendejo no puedo estar ¿verdad? ─

Hice de nuevo una mueca, sinceramente me ponía mal, pero sabia que no por nada pasaban las cosas... Si no podría ir con el, me tendría que quedar a mis estudios y a mí deporte.

─no te preocupes, si no se puede no tienes porque ponerte mal. ─trate de sonreír y seguimos avanzando hasta que vimos a nuestros amigos con sus maletas ahí parados mientras hablaban.

─me alegra que no te lo tomes mal. ─me sonrio de nuevo. ─hare lo posible para que podamos ir. ─

Nos acercamos a nuestros amigos y directamente abrace a sabi.

─deja a tu novio y vente conmigo, nos fugamos y nos casamos ¿va? ─bromeo Sabi y rei.

─no es mi novio. ─le dije y me miro mal con su sonrisa.

─cambiando de tema, ya vas a cumplir años. ─recordo emocionada. ─¿no estas feliz? ─

─si te soy totalmente sincera, no. ─respondi y ella hizo un pequeño puchero.

─te diría que haría lo posible por venir pero, no creo que podamos hacer un viaje aquí tan pronto y después volver para los esland y de ahí a Monterrey.─explico triste.

─no hay problema, se que pronto volveré a verte. ─intente animar mi tristeza.

Una vez más me abrazo y se escucharon en las bocinas como anunciaban el avión de los 4.

─tenemos que irnos. ─aviso y me abrazo fuertemente, luego se acercó roier para también despedirme de el.

─hasta los esland. ─se despidió y lo mire mal.

─parece que quieres burlarte cada que puedes. ─me cruce de brazos.

─eso hago. ─rio mientras se iba, yo me encargue de despedirme ahora de Mafer y Missa, ellos eran increíbles personas al igual que Sabi y roier, o bueno, el a su manera.

𝑳𝑨 𝑷𝑹𝑶𝑴𝑬𝑺𝑨 𝑫𝑬𝑳 𝑨𝑴𝑶𝑹  (☯•Quackity × tu•☯) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora