𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐒𝐄𝐈𝐒

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Me sentía bastante mal, tal vez no había sido lo suficientemente buena para el entrenador...

Me levante de nuevo con la pesadez de mi cuerpo, se suponía que hoy iríamos a con un abogado y hacer el acuerdo de poder estar en México.

Tome mi cobija de la cama para cubrir mi frío, me sentía bastante débil y un solo paso que avanzaba era aún más fatiga.

─¡Buenos días nini! ─grito el pelinegro desde la cocina, me acerque como pude y observe que estaba intentado hacer el almuerzo. ─ala verga. ─volteo a verme y estaba notablemente preocupado. ─¿te sientes mal? ─pregunto acercándose y con su mano tomó la temperatura de mi cabeza.

─si, estoy bien. ─solte un bostezo y el río.

─estas muy pálida. ─informo, hace días me sentía así, aunque esta mañana lo sentía aún más. ─quitate la cobija nini, estamos en un día con una pinche calor y tu con tu cobija. ─la quito, de mis hombros, aunque yo tenía frío en mis manos y pies.

─tengo frío. ─le arrebate con las fuerzas que me quedaban aquella cobija y me senté sobre una silla cerca cubriendo la mayoría de mi cuerpo.

El se alejó negando repetidas veces con la cabeza y soltó un suspiro.

─van a venir Karl y George, vamos a hacer un directo, si quieres algo solo entra y puedo salirme a la hora que sea. ─informo y solo asenti.

─no me avises, solo hazlo. ─dije volteandolo a ver, estaba sirviendo la comida en ambos platos y los acerco a la mesa.

Comencé a hacer lo de siempre, jugar con el cubierto mientras Alex comía, no tenía ni un poco de hambre, había perdido el hambre estos días y era muy difícil hacerme comer.

─nini, come. ─hablo en un tono de 'orden'.

─no tengo hambre. ─explique débil.

─si no comes va a venir un marihuano a llevarte y no te voy a defender eh. ─advirtio en juego y rei un poco.

De repente sentí como quito aquel cubierto de mi mano, tomó un poco de comida de mi plato y comenzo a hacer lo típico que hacen las madres a los niños pequeños.

─abre la boca grande, así "Aaa".─abrio la boca como demostración que tenía que abrirla y solo rei.

─¿que estas haciendo? ─pregunte y me vio mal.

─seguramente estoy tomando un vuelo a miami ahora mismo. ─uso el sarcasmo y rei. ─mi mano se está cansando y el avión se va a caer si no abres la boca eh. ─advirtio, era tierno el gesto que hacia, así que abrí mi boca y comí lo que había en aquel cubierto. ─muy bien. ─felicito.

Quackity era un niño aun, era una persona que causaba ternura, pero a la vez era una persona con excelente humor.

(...)

Pasaron los días y yo empeore, no me podia parar mucho de la cama, aunque lo intentaba.

Una llamada sonó por mi celular, con un poco de fuerza lo alcance y pude contestar, aunque ni siquiera vi quien era.

¿hola?─conteste.

______, ¿verdad? ─ pregunto una voz conocida; mi entrenador.

¿si?─ dije confundida.

mira, se que lo de hace unos días te tiene mal, te entiendo, pero justo hace tres días, una chica del equipo se lesionó el tobillo, ¿podrias venir a cubrirla? Tenemos un partido la próxima semana y es obvio que nos hace bastante falta. ─ comenzó a explicar.

Mire a mi derecha en donde estaba mi pequeño Buró, tenía unos botes de pastillas, recordé que estaba mal, aunque no podría rechazar esa oportunidad ¿o si?

claro que si. ─ dije tratando de soñar lo menos mal posible.

perfecto, te enviaré los datos, de verdad muchas gracias. ─agradecio y colgó la llamada.

No sabía cómo haría eso, pero sin duda no podría rechazar mi sueño, era algo en lo que mi yo del pasado estaría bastante feliz de saber.

─¡nini! ¡Ya llegó el doctor! ─grito Alex desde el piso de abajo.

Alex había dicho a un doctor quien lo atendía cuando estaba mal que si podría venir a revisarme y darme el diagnóstico, así podría estar segura que no es nada grave y se pasaría lo más rápido que se pudiera.

De repente, vi como entró un señor con una bata, detrás de él, Alex.

─¿ella es quien voy a checar? ─pregunto y Alex lo vio mal.

─no pos fijate compadre, vas a revisar la pared a ver si esta sana. ─hablo con sarcasmo y el doctor lo vio mal. ─ya bueno, perdón, perdón, si es ella. ─se disculpó, el doctor solo suspiro y se acercó a mi.

─¿que es exactamente lo que sientes? ─me pregunto, saco varios utensilios y comenzó a revisar los latidos del corazón, mi presión, etc.

─se siente cansada, anda más pálida de lo normal, ya parece fantasma. ─se burló Alex.

─deja que ella hable. ─regaño el doctor y rei un poco viendo la reacción de Alex.

─bueno, me siento cansada, según mi amigo estoy más pálida, mareos constantes, dolor de cabeza... ─segui contando, aunque entre pausas, ya que me faltaba el aire.

─a lo que veo te falta el aire. ─determino.

─algo así. ─me límite a responder.

Después de varios minutos de chequeo el solo se paró de donde estaba y suspiro guardando sus cosas.

─¿que tiene? ─pregunto Alex.

─no tengo un diagnóstico aún, tendríamos que hacerle estudios de sangre. ─explico.

─pero ¿algo que tenga que ver con los síntomas? ─pregunto una vez más Alex, el doctor tomó la mochila que tenía sobre sus hombros y lo miro.

─los síntomas que tiene la chica... Son claro ejemplo de anemia...

𝑳𝑨 𝑷𝑹𝑶𝑴𝑬𝑺𝑨 𝑫𝑬𝑳 𝑨𝑴𝑶𝑹  (☯•Quackity × tu•☯) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora