𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀 𝐘 𝐓𝐑𝐄𝐒

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Miraba la ventana una vez más estando estresada por la situación, lo único que quería era descansar de todo esto, ¿porque tenía que salir todo mal?

─¿porque estas triste ahora? ─pregunto el pelinegro y lo ignore por completo. ─cinco meses no es tanto... Además sabemos que es una situación difícil...─intento animarme pero nada servía.

─pensaba que se podría arreglar para antes de Navidad, así podría celebrarlo con sabi tal vez... ─solte por fin y el suspiro.

─la navidad de este año tal vez sea difícil, pero te prometo que todo eso cambiará... ─siguió intentando resolver. ─esta Navidad la puedes pasar conmigo, Tina y Karl ¿no es buen plan? ─cuestiono y ahora yo suspire.

─solo son tus amigos, no los míos... ─respondi una vez más y me miro mal.

─Tina te recuerdo que estuvo contigo cuando te desmayaste y te dijeron que tenías anemia. ─recordo pero rápidamente tapó su boca al mencionarlo.

¿Porque me daba tanta tristeza? Esto lo había provocado yo misma... Tal vez solo fue frustración...

─no tienes porque esconderlo, probablemente se escucha cruel pero es la fucking verdad. ─recorde sin retirar mi vista de la ventana.

Otro silencio albergo el auto, un semáforo en rojo y ambos viendo hacia afuera.

─¿prefieres tu ciudad que estar en esta? ─cuestiono e hice un sonido de afirmación sin pensarlo mucho, el soltó un suspiro pesado y siguió su camino.

El resto del viaje nadie hablo, nadie se quejó, nadie hizo ni un solo ruido, solo el ruido del aire acondicionado del auto y como rodaban las llantas del mismo.

Llegamos a su casa, una vez más, no tenía nada que hacer y me sentía peor, sabía que tenía que controlar como era con las personas que me rodeaban, pero de cierta manera, ya no sabía que hacer para no perderlas...









(....)






Otra fucking semana más que vivir, solo que la diferencia era que ahora tenía que ir a entrenamientos más seguido, hacia un frío inmenso pero aún así no me detenía, nada podía hacerlo ahora.

Llegue a la casa como lo habitual, dejando la bolsa por ahí y cambiando de ropa. Salí de mi habitación pero extrañamente no se escuchaba Alex por ningún lado, fui a la cocina, su habitación, e incluso su setup y no había nadie...

Me senté en un sillón dejando de buscar y llendo a preguntar tal vez si alguien sabría de el.

Karl

'Ey Karl?'

Mande un mensaje al castaño esperando que me respondiese rápido pero realmente no fue asi.

Pasaron casi 2 horas hasta que por fin, llegó el, con su típica sonrisa pero esta vez se le veía más emocionado.

─¡nini! ─llego dándome un abrazo.─perdon por no avisar que saldría, tuve unos pendientes con Karl y dream, pero también te tengo una sorpresa, sobre todo para que ocupes tu tiempo. ─se apartó de mi con su sonrisa y lo mire extrañada.

─¿que es? ─cuestione emocionada y el subió las escaleras dejándome más confundida.

Tardo poco más de 5 minutos en bajar, tenía una carpeta con el y eso me hizo ponerme más confundida ¿que era...?

Se acercó de nuevo a mi extendiendo mi mano y dejando ahí la carpeta y lo mire extraño.

─dentro esta lo importante. ─sonrio una vez más y le devolvi la sonrisa.

Cuando abrí la carpeta encontré un montón de datos mios pero... ¿Que provenía todo esto?

─¿que es esto? ─pregunte entre risas. ─¿un comprovante que me doxeaste? ─bromee, reímos un poco y el nego.

─no seas mamona. ─me miro mal con su sonrisa.

Cuando comencé a ver más a fondo pude ver de qué provenía todo esto...

─¡no, te pases, de verga...! ─grite emocionada tapando mi boca y el asintio. ─¿¡como chingados les hiciste!? ─pregunte feliz abrazandolo, no sin antes cerrar la carpeta y dejarla por un lado.

Comencé a llorar emocionada, quería gritar, correr, llorar, no sabía que hacer de la emoción...

Probablemente para muchos era algo bastante fácil de conseguir, pero no para mi... No había estudiado preparatoria y era algo imposible para mi...

Una nueva aventura que comenzar, ¿como me iria con todo esto...?

─pero no chilles wey. ─pidio el riendo.

En conclusión, era mi carrera, ese sueño que tenía desde hace años, ese sueño que quise alcanzar por mucho pero no pude; ser esa diseñadora gráfica que siempre quise...

Ahora podía estudiar, gracias a quackity, era el mejor día de mi vida...

─no mames. ─se aparto de mi viéndome preocupado. ─que pendejo, se me olvidó que también los de las universidades también llevan mochila. ─rei y me miro mal. ─si no es de broma pendeja, yo pensé que esos morros ya no llegaban mochila pero ya me acordé que yo si llevaba. ─lo abrace una vez más riendo y el acarició mi cabello suavemente y apoyando su mentón sobre mi espalda.




Lo que las personas hacen por amor es tremendo...

𝑳𝑨 𝑷𝑹𝑶𝑴𝑬𝑺𝑨 𝑫𝑬𝑳 𝑨𝑴𝑶𝑹  (☯•Quackity × tu•☯) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora