Letizia

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Un capítulo un poco aburrido, pero es que no he tenido mucho tiempo. Gracias por leer. ♥️♥️♥️

Todo lo repetía lentamente en mi cabeza, como una película en retroceso. Por fin lo hice, ni siquiera lo planeé, ni siquiera me lo pensé tanto. Lo que tenía claro, es que no quería que fuera en ese lugar.

Cuando Felipe me encamino a la azotea, jamás me imaginé que fuera para eso. Sus manos me tocaban con tanta desesperación que no voy a negar que me gustaba, me hacía sentir deseada.

Cuando vi el lugar y lo horrendo que olía, tenía claro que ahí no podía tener mi primera vez. Condones por todas partes, inclusive ropa interior sucia. Me gusta sentir las manos de Felipe en mi cuerpo, pero había llegado el momento de la confesión. Soy vírgen, si, tal vez sea patético, pero no me importaba.

Mi primera impresión de Álvaro no fue precisamente la mejor. Era de esos hombres a los que tanto le rehuía. Pasaba de una mujer a otra en cuestión de minutos, y aunque Felipe se esforzará para que yo no me diera cuenta, era imposible, tenía la confianza de que Felipe no era igual a él. Todo el tiempo estuvo conmigo, me atendía y cuidaba.

Creo que puedo definir esta noche como un sube y baja de emociones. Hice el amor con el por primera vez y aún no lo podía creer, nunca había visto desnudo a un hombre, pero cuando lo ví, fue algo que no podía describir. Sentía las mejillas rojas, él se tocaba mientras me veía a los ojos. Era grande y me atrevía pensar tonterías. Cuando se acercó a mi y lo pude sentir, los nervios me volvieron a invadir. Sentir la proximidad de nuestros cuerpos era glorioso y satisfactorio.

Poco a poco lo fui sintiendo dentro de mi. El dolor no fue tanto como lo imaginé, el me había hecho ver las estrellas, no conocía la sensación de un orgasmo hasta que lo senti terminar en mi. Me recriminaba a mi misma por no haberlo hecho antes, la sensación era fantástica, pero era Felipe el indicado, solo con él me puedo sentir así.

Estaba por amanecer, aún estamos desnudos, el abrazándome por la cintura. Me sentía extraña, algo que no podía describir, es verdad que ahora mi cuerpo a cambiado.

Tome su brazo y lo retiré lentamente para que no se despertará y pudiera salir, tomé su camisa del piso y la use para cubrirme. Entre al baño, me miré en el espejo y tal vez solo era exageración de mi mente loca, pero me veía diferente. Sonsoles no mentía al decir que el sexo es el mejor remedio para el estrés. Quisiera que las cosas fueran como antes y así poderle llamar para contarle todo. No era momento de pensar en ella.

Me asie un poco, había sangrado, no en exageración así que no me asusté, era normal y con un hombre como Felipe apenas entendible. Me lave la cara, no sé si había tardado, Felipe se había despertado y me estaba llamando.

— Letizia ... Salí del baño, él aún estaba sentado en la cama... — Te despertaste muy temprano... Extendió su mano para que yo la tomará y entrara a la cama nuevamente.

— Necesitaba ir al baño... Me tomó del cuello y beso mis labios, cada que me besa siento muy bonito.

— ¿Te sientes bien? ... Asentí con la cabeza, me sentía diferente, aún me costaba creer que estaba viviendo este momento. El me siguió besando ... — ¿Lo podemos hacer de nuevo? ... Reí, era como si nunca tuviera suficiente. Necesitaba acostumbrarme a esto, es apasionado y seguirle el ritmo tal vez no sea tan difícil.

— ¿Está vez usarás condon? ... Tal vez suene muy obsesiva. No podía tener ningún accidente o falsas alarmas. Estoy comenzando a construir mi carrera profesional, tener nuevas responsabilidades, un programa va a depender de mi. Salir embarazada por ahora es impensable.

— No va pasar nada ... Se subió arriba de mi. El Lunes saliendo del trabajo tendría que ir con mi ginecóloga, unas buenas pastillas anticonceptivas no me van a caer nada mal.

La Encrucijada del A+ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora