Teníamos que esperar el proceso de todo. No estaba nada dicho. Para los médicos todo sigue igual. Aquellos movimientos no significan ningún avance, pero muy dentro de mi se que ella está haciendo el gran esfuerzo por regresar.
Los días pasaban rápido, entre el trabajo y mi nueva rutina con Juan Pablo, estaba pensando en que sería bueno que él viviera conmigo. Pero es muy pequeño aún, no sabría cómo atenderlo como es debido, así que, Paloma me seguirá ayudando con eso. Aunque eso sí, las cosas cambiaron mucho. Estoy con él todo el tiempo posible, le doy su biberón y le platicó cosas de su madre. Cómo aún siendo un niño, me enamoré profundamente de ella. Cómo usaba esos moños más grandes que su cabeza y como me ponía en mi lugar cada vez que la molestaba. Después de dormirlo, lo recostaba en su cuna. Yo me iba a mi soledad, a esa casa grande donde solo estaba yo.
A la mañana siguiente me encontraría con Álvaro, Pablo y Eva. Tomaríamos el vuelo a París. A mí me tocaba sentarme con Pablo. Estaba excelente porque tenemos muchos sin hablar, había que ponernos al corriente.
— En verdad no sabes cómo lamento lo sucedido con Letizia... No tuve más remedio que contarle lo que pasó. Él me preguntaba mucho por ella. Y aunque no me guste hablar de eso, también era bueno para mí sacar aquello que me callaba.
— Yo lo lamento mucho más. Debí ser más cuidadoso y poner atención cuando me dijo que se sentía mal. Solo le dije que se relajará ... No debí irme de viaje aquel día. No debí dejarla sola, debí hacerle caso y quedarme con ella. Al menos si hubiera pasado esto, ella me hubiera visto a su lado. Pero no. Cerró sus ojos y no vio a nadie a su lado. Eso era lo que más me mataba.
— No podías adivinar que esto pasaría. Además tienes a tu hijo, espero que regresando poder conocerlo.
— Pero claro. ¿Tú estás casado? ... Pablo era igual que yo, no hablaba de su vida. Es un hombre muy reservado.
— No. Estoy esperando a la mujer adecuada. Soy un romántico empedernido. Pero no con cualquiera. El que se va a meter en problemas es Álvaro... Gire a ver los asientos de alado. Estaba de lo más coqueto con Eva y ella no le era indiferente.
— Nunca va a cambiar... Platicamos de otras cosas hasta que llegamos a nuestro destino. Era raro verme en ese lugar siguiendo los planes de una mujer, que hasta hace unas semanas era una total desconocida para mí.
— Chicos les entrego las llaves de sus habitaciones, estamos todos en el mismo piso. Porque no nos vamos a descansar un rato y después nos vemos en el lobby para platicar sobre la planeación... Ella estaba de lo más feliz con su evento. Los desfiles de moda no eran nuevos para mí, en cada colección de la marcas, solía ir acompañado a mi padre. Pero está era la primera vez que lo hacía en un negocio aparte.
Todos estuvimos de acuerdo y antes de que Álvaro se escabullera. Lo detuve... — Oye, oye ¿Qué es lo que haces?
— ¿Qué hago de que?
— Estás coqueteando mucho con esa mujer.
— Claro que no, solo estoy siendo amable... Se hizo el ofendido. Pero yo mejor que nadie lo conocía. Estoy viendo en sus ojos, el Álvaro que solía ser en el pasado.
— Solo no te metas en problemas amigo. Tienes una linda familia, no lo arruines ... Le di dos golpes en la espalda y me fui a mi habitación. Era cómoda y tenía una gran vista, el aire era fresco, apenas salí al balcón. Tocaron la puerta de mi habitación, pensé que era servicio al cuarto. Pero no.
— Hola Eva
— Hola. Solo pasaba para ver si estás cómodo o necesitas algo.
— Está todo bien, muchas gracias. Si necesito algo solo marco a recepción
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La Encrucijada del A+A
RomanceLetizia, Sonsoles y Felipe, se conocen desde que eran unos niños y asistían a la misma escuela. Letizia como la niña becada, Sonsoles como la niña rebelde y Felipe, como el niño que tiene la vida resuelta. Dos de ellos se amaban desde la infancia, p...