Capitulo IV

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Felipe

Es asombroso como se puede conocer a una persona en tan poco tiempo, Letizia y yo dejamos de vernos por lo menos trece años, y en todo ese tiempo no ha cambiado su manera de mentir. Desde que se enteró que su hermana esta embarazada, noté su cambio de humor. No se a qué grado le pueda afectar a una mujer que otra este embarazada.

O tal vez la respuesta la tenía enfrente y me negaba a verla. Decidí no pensar en eso y simplemente esforzarme por hacerla sonreír otra vez y de manera auténtica. Estaba dormitando. Letizia ya se había levantado ese Domingo por la mañana, ayudando a su madre a preparar el desayuno, yo aun estaba recostado, recuperando fuerzas, ya que hoy por la tarde regresamos a Madrid, y el lunes a primera hora volver al trabajo. Estos pequeños momentos que he vivido con la familia de Letizia me han hecho sentir parte de algo, me gusta la dinamica con su madre y su abuela. Tal vez yo estaba mal por no tener un acercamiento con mi padre. Tal vez ya ha llegado el momento de hacerlo.

Estaba a punto de dormir otro rato hasta que mi celular comenzó a sonar, solo ver el nombre de Álvaro en la pantalla me hacía querer desistir en contestar. Lo único que podia esperar de él, es para contarme que se ha tirado a tres mujeres a la vez. O cuando casi se lo llevan arrestado por alterar el orden publico. La llamada terminó, pero enseguida volvió a sonar.

- ¿Qué quieres Alvaro?

- ¿Felipe donde demonios estás? estoy en tu departamento. Ábreme

- Te dije que saldría el fin de semana con Letizia a Oviedo.

- ¡Diablos! Lo olvidé por completo ... Escuchaba su voz algo diferente. ¿Emoción? ¿Felicidad? No tenia idea, pero su voz sonaba alegré y por milagro del cielo, sin resaca... - Necesito contarte algo muy loco, muy, muy loco, Felipe.

- ¿Otra vez te desnudaste en el periférico?

- No, mucho mejor, A que no adivinas a quien me encontré por la madrugada en un bar a punto de embriagarse.

- No sé, Álvaro, no quiero jugar a las adivinanzas, tengo sueño ... Toda la noche mi cabeza se la paso dando vueltas y vueltas sobre el cambio que va a tener mi vida el próximo sábado. Aunque trate de conciliar el sueño me era imposible, asi que me la pase abrazando a Letizia toda la noche. Por fortuna su madre no se puso intensa y nos dejó compartir habitación.

- A Sonsoles

- A ella no le menciones, me ha causado mi primera discusión con Letizia, es una loca maniática... Solo recordarlo me vuelve a dar coraje, era claro que quería sembrar la semilla de la intriga entre mi novia y yo. Por fortuna no lo había logrado por demasiado tiempo.

- Pues no esta tan loca como crees. Me la he tirado... Y el poco sueño que tenía se me esfumó, mi cerebro se terminó de despertar por completo... - ¡QUE! ... En ese momento Letizia iba entrando a la habitación, se me quedo viendo raro por mi grito de asombro. Pero no podía reaccionar de otra manera con semejante información. Ni en la realidad más alterada, me podia imaginar a Sonsoles y Alvaro juntos. Ahora si comprobé que esa mujer esta loca.

- Es Alvaro, amor ... Tuve que decir con quien hablaba para que no pensará que estaba en otra crisis psicótica. Algo de lo que también habíamos hablado es que no le gustaba verme gritar.

- Pásame a Letizia, la quiero saludar

- De ningúna manera

- Déjame hablar con ella, no seré indiscreto

- Quiere hablar contigo ... Le extendí el teléfono, pero por supuesto puse el altavoz, Álvaro era como un niño, tenía que asegurarme de lo que iba a decir. Es intenso e hiperactivo, no me podía arriesgar a que cometiera la indiscreción de mencionar algo respecto a la sorpresa

La Encrucijada del A+ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora