Felipe

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Estaba cansado de tantos problemas. Es como si la vida se empeñara en qué fuera el hombre más infeliz de esta tierra. De un momento a otro me ha quitado todo. Aquel día cuando me dijeron que tal vez pasarían días, meses, años, o que tal vez no despertará nunca. Caí de rodillas al piso.

Mi hijo está sano, es un niño muy fuerte. Pero en ese momento no podía verlo, yo quería que regresaran a mi mujer. Que alguien encontrará la cura para esto. Fue un día en dónde nadie sabía que sentimiento tener. La enfermera me extendió en los brazos a Juan Pablo, pero simplemente no tuve ninguna reacción. Mi suegra al darse cuenta de mi negación. Lo tomó en sus brazos. Llorando como lo estaba haciendo todo mundo. Pedí que me dejarán a solas con ella.

Le rogué que por favor se despertará. Yo no quería quedarme solo con un bebé que me recordaría todo el tiempo, lo cerca que estuve de ser el hombre más dichoso del mundo. Yo solo deseaba ser padre si ella estaba conmigo.

De ahí los días, las semanas y los meses transcurrieron. No tenía ninguna pizca de motivación. Mi suegra se está haciendo cargo del bebé. Por mi parte, apenas salgo de trabajar me dirijo al hospital. Es muy frecuente encontrarme con María o Sonosles. En alguna ocasión, a mis cuñadas. Después me dirijo a casa de Paloma para dejar pañales y todo lo necesario.

- Tu hijo siente tu rechazo Felipe ... Al día siguiente, después de la cena en casa de Álvaro terminó. Me fuí a casa para pensar en la actitud de Sonosles, ella tenía razón. Tal vez me había comportado demasiado cortés con aquella mujer rubia. Me sentía enfadado por creer que yo podía continuar con mi vida, cuando lo único que busco es que alguien me mate o por lo menos me mande al lugar en donde está mi Letizia ahora.

- No lo rechazó, Paloma, simplemente es complicado ... Había algo en mi que no me permitía estar cerca de él. Tal vez las personas tengan razón y de cierta manera, estoy culpando a mi hijo de toda esta situación. Pero la mente es más fuerte que yo y lo único que puedo pensar es que si él no hubiera nacido, nada de esto hubiera ocurrido.

- El amor de un padre nunca es complicado. Es genuino. Felipe. Imagina lo que pensaría mi hija al enterarse de tú rechazo hacia tu propio hijo ... Suspiré, ella tenía razón. Letizia deseaba tanto ser madre, anhelaba tanto conocer a Juan Pablo. Recuerdo el brillo en sus ojos cuando su habitación quedó lista. Acarició su vientre y dijo ... - Le va a encantar... Yo la bese. Extraño tanto sus caricias.

- Lo sé, pero...

- Es igual a ella, tiene sus ojos verdes, su cabello castaño. Llora mucho, pero es porque le faltan sus padres. Él te tiene a ti Felipe. No lo dejes solo... A lo lejos se escuchaba su llanto. Corrió a su encuentro y yo fui detrás de ella. Le dió un beso en su pequeña cabeza ... - Está sucio, a qué cambiar el pañal... Me dió una pequeña sonrisa de lado. Entre a la habitación que habían acondicionado para Juan Pablo en su casa... - Te enseño cómo hacerlo ... Y ahí estaba yo. Después de no ayudar nada en estos tres meses. Limpie muy bien la zona. Me deshice del pañal sucio y después de poner el talco, coloqué el nuevo pañal. Mi suegra me ayudó a vestirlo. Lo tomó en sus brazos, para luego extender sus manos... - Cargalo... Lo pensé por unos segundos. Pero ví sus ojitos verdes. Los míos se llenaron de lágrimas apenas senti su peso en mis brazos... - Los dejó.

Agradecí por ese espacio. Por déjame solo con mi bebé. Las lágrimas seguían saliendo sin parar ... - Perdóname, perdóname ... Lo sostenía en mi pecho, besaba toda su carita. Es el niño más bello del mundo. Y como no serlo si es el fruto del amor más grande que he sentido en mi vida.

Después de unos minutos pensé que sería buena idea tener esa imagen que tanto me negué a tener.

- Llevaré a Juan Pablo a ver a su mamá, le hará bien sentir su calor.

La Encrucijada del A+ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora