El Omega rubio camino hasta llegar a la mesa donde estaba sentado ese mariachi que a diario lo veía cenando con sana, su compañera, otra mesera, una Omega.
Pero esta vez el alfa estaba solo, Jimin tenía demasiada curiosidad por ese mariachi, siempre...
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Yoongi había llegado a su departamento temprano, el reloj daba las 2 PM, cuando entro su cachorro se lanzó a sus brazos.
Al estrechar a su cachorro, Sentía la misma felicidad que sentía cuando estaba con Jimin.
Hoseok también estaba esperando, miró detrás de él, y sentados en el sillón de la sala pudo ver a sus padres.
Miró a hoseok de nuevo, sabía que el Omega no le agradaba tanto la visita de sus padres, pero entendía que la soportaba porque era el cumpleaños de él, y seguramente habían ido a felicitarlo.
El Alfa caminó para ir a saludar a sus padres, al parecer le habían traído un pastel de que los quieran sus al parecer le habían traído un pastel de mandarinas, sus favoritas.
-Feliz cumpleaños hijo- sonrió El Alfa mayor, yoongi lo abrasó, agradecida que su padre estuviera un poco mejor de salud.
-feliz cumpleaños hijo- ahora era su madre Omega, después de las felicitaciones se sentaron a la mesa para disfrutar del pastel que habían traído sus padres.
Estuvieron platicando por horas, hoseok solo platicaba a los instantes y escuchaba más la plática de los demás.
Woozy le mostró algunos de sus juguetes a sus abuelos, y después se fue a jugar a su habitación.
-¿Dónde estás trabajando ahorita?- preguntó el Alfa mayor.
-acabo de audicionar en el mariachi de Jay, me cansé de Mario- su padre asintio con la cabeza, conocía a Mario, aunque él era un poco mayor, pero aun así entre mariachis se conocían.
-puedes trabajar en el mariachi que estoy trabajando yo- porque sí, su padre Alfa aún trabajaba de mariachi.
-creo que estaré bien por ahora aquí, pero si no me gusta tal vez regrese con Mario- expreso su sentir, Y si regresaba con Mario era porque quería regresar al restaurante donde estaba ese precioso omega de ojos azules.
Pero era obvio que eso no lo iba a decir en voz alta por más que quisiera, debia respeto al omega que tenía en casa.
Miró a hoseok, que estaba sentado a su lado en una silla, Y aunque Se escuchara mal no sentía remordimiento, gracias a la relación que tenía con el Omega Rubio, sentía que podría sobrellevar la mala actitud de su Omega.
No podía cambiar sus decisiones del pasado, había escogido a hoseok, claro, fue más por la conveniencia y la soledad, pero él no podía desistir a sus decisiones pasadas.
Jimin era un Omega joven y hermoso, al que le llevaba por 12 años, tal vez algún día se daría cuenta de que no debía de estar con él, y se iría con alguien más.
Pensar en eso lo hizo enojar un poco, él no quería que el Omega se fuera de su lado, jamás lo había tratado como un amante, Jimin era su pareja, su novio, y era una de sus prioridades, después de su hijo.
