El Omega rubio camino hasta llegar a la mesa donde estaba sentado ese mariachi que a diario lo veía cenando con sana, su compañera, otra mesera, una Omega.
Pero esta vez el alfa estaba solo, Jimin tenía demasiada curiosidad por ese mariachi, siempre...
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Yoongi subió al escenario feliz, sus compañeros estaban sorprendidos por su actitud.
Se acercó a los mariachis y pidió la canción, por el instrumental, Jimin sabía qué canción era, la mesa quedaba un poco lejos, pero Yoongi se acercó, lo que el cable del micrófono lo permitía.
"Hoy ya no se escriben cartas para enamorarse Hoy ya las flores no se ven Donde ha quedado aquel romance"
Jimin sintió una electricidad que subía y bajaba por todo su cuerpo, le encantaba cuando le cantaba mirándolo directamente.
A pesar de que el restaurante estaba lleno, Yoongi siempre cantaba como si estuvieran solo ellos dos.
"Ya nadie entrega chocolates Pero me niego a renovarme es mi manera Te lo confieso que quisiera Amarte a la antigua, entregarte mi vida Llenarte de rosas, cantarte canciones, pintarte caricias"
Jimin empezó a recordar, ahora que Yoongi estaba trabajando en otro restaurante, en su libreta escribía mensajes para él, y se los mandaba en fotos.
Yoongi era el más feliz, cada vez que leía esas notas, por qué el Omega, a pesar de que se los mandaba por textos, debería escribirlos y mandárselos en foto.
"Ahora los amores duran solo un instante Pero lo nuestro es al revés Cada minuto es importante Pero me niego a renovarme es mi manera"
El Alfa quería acercarse más a dónde estaba el Omega rubio, pero el micrófono no era inalámbrico.
Cuando termino de cantar, lo último que dijo fue.
"Para mi bonito"
Jimin estaba feliz, al igual que Yoongi, que lo primero que hizo fue ir a abrazar a su Omega, Jimin lo apretó entre sus brazos, y los demás mariachis empezaron a hacer bulla
Se acomodaron en las sillas, de nuevo el alfa hizo que Jimin se sentará entre sus piernas y lo abrazó por la cintura.
-iremos a otro lugar después de aquí- escucharon la voz de Celia, les estaba hablando a ellos. -te mandaré la dirección, para que vayan- continuo la alfa.
Yoongi asintió, pero sabía que no irían, se sentía lleno de energía, Yoongi pidió un passion tea con alcohol, pero no era para él, era para Jimin.
-bébelo, esta noche yo voy a cuidarte- Jimin sonrió y lo probó.
-sabe muy bien, mucho alcohol, pero bien- el alfa sonrió y beso sus labios
Los demás se iban uno a uno, diciéndoles que los esperarían, en la dirección que le mando Celia a Yoongi.
Ellos se quedaron y pidieron una mesa, en la parte de arriba del restaurante.
Estaba solo, escuchaban la música del mariachi, hablaron de lo que pasaba en los restaurantes, mientras Jimin bebía otros dos tragos desconocidos para él, ya que en el restaurante no le había tocado prepararlos
