El Omega rubio camino hasta llegar a la mesa donde estaba sentado ese mariachi que a diario lo veía cenando con sana, su compañera, otra mesera, una Omega.
Pero esta vez el alfa estaba solo, Jimin tenía demasiada curiosidad por ese mariachi, siempre...
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El jueves, Jimin estaba feliz, se había pasado la semana hablando con Yoongi, hasta muy tarde por la noche.
No había día que no hablarán, se estaba cambiando para ir al trabajo, el jueves entraba a las 12, así que ya tenía que irse, Monse arregló tanto, entre semana no había demasiadas personas.
Ya estaba moviendo sus cosas al departamento con Jungkook, poco a poco, pero se irían a quedar hasta el lunes.
Al llegar al restaurante, se encontró con Aída, se saludaron, y guardo sus cosas.
Entro en la cocina, como no había mucho que hacer, se puso a pelar camarón, junto a los cocineros.
-¿como le ha ido niño?- saludo el cocinero principal, Jimin sonrió, se sentía feliz.
-¿muy bien, y a ustedes?- así empezó una plática de lo que habían hecho los días que no se habían visto.
Llegaron unas cuantas mesas en esas horas, y Jimin pidió su comida media hora antes de salir.
Comió con uno de sus compañeros de la cocina. Fue y paso su tarjeta para terminar con su lonche, y también con su trabajo.
Se acercó al bar, para despedirse de Aída, Aída lo miró y sonrió.
-hay una mala noticia- bromeo Aída, aunque la verdad no era muy buena noticia.
-¿que paso?- se preocupó el rubio, la alfa suspiro.
-regresará el bar tender- Jimin la miró serios había escuchado de él, según todas, no era muy agradable.
-¿es algo malo?- preguntó confundido, él no lo conocía.
-carlos es muy molesto- Aída rodó los ojos recordando al beta.
-¿tanto así?- preguntó sonriendo, aun no pediria un taxi, no se hacía nada platicando con Aída un rato.
-ya verás cuando regrese mañana- advirtió Aída, -es el que vigila por parte del socio de caballero-
-Así que él vigila por el lado del socio- susurro Jimin haciendo una mueca, no creía que fuera tan malo.
-¿ya te vas?- preguntó la alfa, apenas eran las 6:15.
-sí, pero aún no quiero irme, esperaré un rato- el Omega saco su celular.
-quieres algo de tomar, yo te lo regalo- Jimin sonrió.
-una piña colada sin Alcohol por favor- sonrió el Omega, Aída ya sabía, a Jimin le gustaba la que ella hacía.
Le sirvió, y fue a atender una mesa, Jimin empezó a tomarla, mirando su celular, vería si tenía mensajes.
-buenas tardes- escucho el saludo de un hombre, volteo a verlo, y miró a un hombre alto y robusto, con bigote y barba, piel morena.
