El Omega rubio camino hasta llegar a la mesa donde estaba sentado ese mariachi que a diario lo veía cenando con sana, su compañera, otra mesera, una Omega.
Pero esta vez el alfa estaba solo, Jimin tenía demasiada curiosidad por ese mariachi, siempre...
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El fin de semana paso rápido, Yoongi pasaba por Jimin, antes de su último show, y el Omega lo esperaba platicando con los cocineros que limpiaban el área chica del restaurante.
Todas las noches cuando el alfa llegaba a su departamento, siempre y cuando el Omega no se quedará dormido después de verse, hacían una videollamada, antes de ir a dormir.
Yoongi, no había podido decirle a Jimin que no podrían hacer el viaje a las Vegas, el Omega parecía emocionado, y tenía tanto miedo de hacerle daño.
El domingo en la noche, Yoongi llegó al restaurante por el Omega, no lo miró, así que pensando que estaría en la cocina, se sentó en el bar, para esperarlo.
Carlos estaba lavando algunos vasos, tenía curiosidad por el Alfa, un Alfa de 30 y tantos, con un Omega de 20 y tantos.
Para un Alfa, era un gran hallazgo, casado, y consiguió un Omega joven y bonito, que todos querían con él, pero el rubio de ojos azules, solo tenía ojos para Yoongi, el mariachi que no tenía nada para darle.
Según las palabras que siempre escuchaba el rubio, sus compañeras se habían atribuido el derecho de decirle que dejara al mariachi antes que fuera demasiado tarde.
Justo en ese momento, rosa, Rosy, una nueva empleada, no tan nueva, solo una ex empleada que había regresado, Aída y Eli, la manager de la mañana, estaban platicando en la cocina, mientras peleaban camarón.
Había hecho falta camarón, así que, como no había mucho que hacer, caballero los había mandado a pelar camarón.
-¿y te da dinero?- preguntó Eli, mirando al Omega, que la miró indignado.
-yo no tomo su dinero, él me paga las cosas, pero no le aceptó dinero en efectivo- respondió el Omega, no quería que pensaran que estaba con Yoongi por dinero.
-Deberías sacarle todo lo que puedas- aconsejo Rosy, ¿qué más podían hacer con un hombre casado?
-No- exclamó Jimin horrorizado, él no quería eso.
-jimin sólo, sabrá cuando terminar esa relación, o seguirla, recuerden a la china- Aída, sabía que tarde o temprano algo pasaría, pero no haría sentir mal a Jimin, ella ya había hablado con él.
-¿lo quieres para ti?- preguntó Rosy de nuevo, -yo te puedo dar unos tips para que lo vuelvas loco y no te deje nunca- sonrió pícara, pero el Omega negó con la cabeza.
-yo- escucharon la voz de rosa, rosa muy poco opinaba, desde que le pidió disculpas a Jimin por su comportamiento, así que todos pusieron su atención en ella -no voy a ser hipócrita y decir que nunca he andado un casado- mencionó mirando el camarón que pelaba.
-tod@s l@s meser@s lo hemos hecho- siguió Rosy, Ely y Aída la miraron, pero Aída no estaba de acuerdo por ella.
-yo te veo- rosa miró a Jimin, -y si fueras mi hijo, no querría ese futuro para tí, tan joven y bonito, puedes tener a quien quieras, y que no sea casado- la mirada que rosa le dio, le hizo dar un vuelco en el estómago.
