El Omega rubio camino hasta llegar a la mesa donde estaba sentado ese mariachi que a diario lo veía cenando con sana, su compañera, otra mesera, una Omega.
Pero esta vez el alfa estaba solo, Jimin tenía demasiada curiosidad por ese mariachi, siempre...
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Después de una sesión de besos y caricias, en la regadera, Yoongi fue el primero en salir, a petición de Jimin.
El Alfa salió envuelto en una toalla en sus caderas.
-Yoongi- escuchó la voz de Jimin.
-dime- se acercó al marco de la puerta del baño.
-podrías traerme mi bolsa, por favor- pidió el Omega, estaba nervioso, él sabía que Yoongi jamás revisaría sus cosas.
El Alfa fue por la bolsa de Jimin, y la puso en la tasa del baño, salió del baño, quería darle su espacio.
Tomo el control de la televisión y cambio a algún canal, de otra musica, mientras el Omega salía de la ducha, no se cambiaría, no necesitaba hacerlo.
No tenía caso quitarse la ropa de nuevo, sonrió feliz, miró al baño, por qué escuchó como el Omega cerraba la puerta.
Por un momento se preocupó, pero sabía que Jimin le diría si pasaba algo malo, así que le dio tiempo.
Seguía sentado en la orilla de la cama, recordó que su celular estaba en su chaleco, lo tomo, había salido con su ropa del baño, no lo encendió, solo lo dejo en medio de la cama, por si lo necesitaba.
Escuchó como se abría la puerta, pero el Omega no salía, se acercó, pero no entro.
-¿está todo bien?- preguntó el Alfa un poco preocupado.
-estoy bien, voy a salir, solo no te rías- escuchó la voz del Omega, y el alfa frunció el ceño.
No entendía de que hablaba, pero espero en silencio, a qué el Omega saliera.
Jimin abrió toda la puerta, Yoongi se quedó con la boca abierta cuando lo miró bien, la luz del televisor y el baño, dejaban que se viera bien su figura.
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El Alfa sintió una sensación de placer en su abdomen bajo, sabía que era algo difícil para Jimin, pero que lo hacía por qué quería probar nuevas cosas.
El Omega no llevaba ropa interior, tenía un liguero de cuero.
Se acercó y lo abrazo, sabía que se sentía avergonzado, pudo apreciar las orejas de gato negras, que resaltaban por su cabello rubio.
