El Omega rubio camino hasta llegar a la mesa donde estaba sentado ese mariachi que a diario lo veía cenando con sana, su compañera, otra mesera, una Omega.
Pero esta vez el alfa estaba solo, Jimin tenía demasiada curiosidad por ese mariachi, siempre...
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Yoongi y Jimin estaban cenando, tranquilos, los mariachis, meseras y clientes los veían.
-¿Te dijo algo malo el cliente que estabas atendiendo en la barra?- preguntó Yoongi interesado
Jimin sonrió, no por la pregunta, si no, por qué le gustaba que Yoongi estuviera ahí con él, como semanas atrás.
-dijo tonterías, pero yo no caigo en eso- le restó importancia, Yoongi lo miró fijamente, sabía que Jimin era un Omega hermoso, y cualquiera le ofrecería muchas cosas.
Pero Yoongi no quería que le faltarán al respeto.
-eres muy bonito, demasiado- sonrió, y acomodo un cabello que Jimin tenía en la frente.
Jimin sonrió feliz, quería besarlo en ese mismo momento, pero no podía dentro del restaurante.
terminaron de comer rápido, y salieron del restaurante, subieron al auto de Yoongi, no importaba nada, se sentía como si no se hubieran visto en días, cuando solo fueron horas, ambos se besaron.
Un beso lento, lleno de emociones, una caricia a un corazón desesperado, el olor del otro los calmaba.
Siguieron besándose por un tiempo, Yoongi había puesto la alarma, para que Jimin no entrara tarde.
Jimin se sentía tranquilo con Yoongi, y viceversa, ninguno sabía lo que les deparaba el destino, pero en ese momento eran felices de estar juntos.
Ambos suspiraron, no dijeron nada, solo pegaron sus frentes y criaron su nariz con la del contrario.
La alarma sonó, sabían que debían seguir trabajando, pero ya lo hacían de mejor humor, por qué sabía que se verían por el resto de la noche.
Jimin siguió atendiendo sus mesas, y Yoongi siguió el segundo show del mariachi, cantando algunas Canciones alegres.
El habiente era muy bueno, Jimin pudo ver a Yoongi zapateando, y le encantó, se veía muy bien con sus botines negros, bailando al ritmo del mariachi.
El alfa volteo buscando al Omega, al sus miradas encontrarse, Yoongi le guiño un ojo, Jimin se sonrojó, se sentía bien verlo ahí cerca de él.
Yoongi salió media hora antes que Jimin, fue a la tienda de convivencia a comprar café, hacía frío, y sabía que al Omega Le gustaba mucho el café, así que se adelantó, para que no sufriera mucho frío.
Cuando regreso, encontró a Jimin esperándolo, lo escucho estornudar, tal vez le daría un resfriado.
-vas a enfermarte- le dijo, mientras le ofrecía su café de vainilla, agradecía no llevarle uno helado.
-gracias por mi café- sonrió el Omega, ambos se dirigieron al auto.
Al llegar frente al departamento de Jimin, decidieron no bajarse, como en los viejos tiempos.
