El Omega rubio camino hasta llegar a la mesa donde estaba sentado ese mariachi que a diario lo veía cenando con sana, su compañera, otra mesera, una Omega.
Pero esta vez el alfa estaba solo, Jimin tenía demasiada curiosidad por ese mariachi, siempre...
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Yoongi llegó al departamento de Jimin, y fue recibido por un gran abrazo, un abrazo que duró más de lo esperado.
Se sentía como si las partes que se habían despegado del rompecabezas ahora estaban unidas de nuevo, ese era el sentimiento de ambos.
Estando juntos no había nada más, solo ellos y sus sentimientos, Jimin acaricio su mejilla con la de Yoongi, suspiro, y el alfa lo abrazó más fuerte.
El olor a manzana mezclándose con el olor a menta, su lugar seguro.
-¿vamos?- preguntó en alfa, tomando la mano del Omega, el Omega asintió.
Ambos salieron del departamento, subieron al auto del alfa, Y como siempre el Omega ponía alguna de sus canciones.
-¿A dónde vamos?- preguntó el omega curioso.
-a la playa, te gusta la playa- sonrió, Yoongi tomo la mano de Jimin, el ambiente era perfecto.
Unos minutos después, llegaron a la playa, todavía el sol estaba en su esplendor, la playa estaba completamente sola, por lo menos ese lado.
-siempre había querido traerte a Long Beach- abrazo a Jimin por la espalda mientras caminaban.
Llegaron casi a la orilla del mar, el tiempo era frío, pero el alfa sabía que el Omega disfrutaba demasiado de la playa.
-me encanta- sonrió Jimin, mirando como el mar hacía pequeñas olas, el sonido llenando sus oídos, relajando la tención del cuerpo , entre los brazos de uno de los hombres que más quería.
-Ven acá - el alfa lo soltó para sentarse en la arena, jimin se sentó entre sus piernas, Yoongi lo abrazó de nuevo.
-me encanta estar aquí contigo- se recargó más en el pecho de Yoongi, y giro su cabeza para dejar un beso en su mejilla.
-me gusta hacerte feliz- sonrió el alfa, y beso los labios del Omega, lo había necesitado demasiado, un día sin hablar con él era como si hubiera pasado más de una semana.
Jimin correspondió al beso, se sintió tonto por no haber contestado los mensajes de Yoongi, cuando sabía que el alfa no tenía la culpa de la situación.
El beso los lleno de todo lo que les hacía falta, y la esencia del otro, yoongi apretó más sus brazos alrededor de Jimin.
No querían dejar de besarse, y no lo harían, el sentimiento de necesidad que sentían el uno por el otro, era indescriptible.
Los besos siguieron por bastante tiempo, como te hubiera pasado demasiado tiempo después del último beso, el sonido de las horas del mar, el chasquido del choque de sus labios, no necesitaban más.
Estaban completamente solos, y estar de ese modo, se sentía demasiado bien, ni siquiera era un beso que incitaba a tener sexo, era un beso lleno de sentimientos, ambos estaban declarándose amor sin palabras.
