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PATRIK

Creí que sería sencillo soportar la ausencia de Rochel, pero no lo fue. Aquella noche en mi habitación pensé en los besos que le di y me arrepentí de haberla dejado ir. Durante los siguientes días actuó conmigo de la misma manera en la que yo me había comportado con ella. Y me lo merecía. Su desprecio, su odio y más.

Si me preguntaran qué era de lo que más me arrepentía, la respuesta sería mentirle. Porque yo nunca estuve confundido. Solo me aterraba afrontar una relación de la que muchos especularían y que quizá no funcionaría.

El día que el amor se marchite Pt. IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora